Linda Nolan, la cantante británica de 65 años, conocida por su trayectoria musical y su lucha contra el cáncer, ha compartido recientemente algunos detalles sobre su vida. Su nombre ha resonado en los medios no solo por su valentía en la batalla contra la enfermedad, sino también por sucesos que han marcado su camino en los últimos meses.
En octubre pasado, Linda sufrió una aparatosa caída. El incidente, que no fue el primero, le provocó la pérdida de algunos dientes. "Me caí y me quedé sin dientes, ¡y con la cabeza rapada por la quimioterapia! Unas niñas que iban pidiendo dulces de Halloween salieron corriendo despavoridas, ¡pensaron que era una bruja de verdad!", contó entre risas a The Mirror. El humor, según sus propias palabras, se ha convertido en su mecanismo de defensa frente a la adversidad.
Esta caída, la llevó a tomar una decisión significativa: mudarse con su hermana Denise. "Después de la caída, me di cuenta de que ya no podía vivir sola", comentó en una entrevista reciente. Esta decisión, aunque temporal al principio, se ha extendido por 18 meses.
Su lucha contra el cáncer comenzó en 2005. Le diagnosticaron cáncer de mama, del cual se recuperó en 2006. Sin embargo, en 2017, recibió un nuevo diagnóstico: cáncer secundario incurable. Este año, se detectó que los tumores en su cerebro, que se creían estables, habían crecido, lo que la obligó a iniciar un nuevo tratamiento de quimioterapia.
A pesar de todo, Linda mantiene una actitud positiva. "No pensé que llegaría a Navidad, así que es un regalo. Quiero estar aquí con mi familia. Ese es mi objetivo para este año y el próximo", expresó con emotividad al hablar de sus planes navideños.
Su rutina actual incluye quimioterapia cada tres semanas, análisis de sangre y, si los resultados son positivos, más sesiones de tratamiento. "La quimioterapia es delicada. He perdido el cabello de nuevo, es la quinta vez, y aún así me afecta cada vez," confesó. A pesar de los efectos secundarios, insiste en mantenerse activa, saliendo a su jardín incluso con frío, buscando el aire fresco como un bálsamo.
La historia de Linda Nolan es un ejemplo de resiliencia y fuerza ante la adversidad. Una historia que trasciende la lucha contra la enfermedad, para mostrar la importancia de la familia y la capacidad humana para encontrar la luz incluso en los momentos más oscuros.