La reina del pop, Beyoncé, a sus 43 años, ofreció un espectáculo inolvidable, un despliegue de talento y producción que dejó sin aliento a la audiencia. Su entrada, a caballo, con un atuendo de vaquera blanco impoluto y sombrero de ala ancha, ya prometía una noche mágica. El repertorio incluyó temas de su nuevo álbum, una primicia para sus fans. Entre las canciones, destacaron "16 Carriages", "Blackbiird" (con la colaboración de Brittney Spencer, Reyna Roberts, Tiera Kennedy y Tanner Adell), "My House", "SPAGHETTII" y "AMERIICAN REQUIEM", este último con un grupo a capella en vivo.
Pero la sorpresa de la noche llegó con la aparición de Post Malone, a sus 29 años. Juntos interpretaron su éxito "LEVII’S JEANS", un momento que quedará grabado en la memoria de todos los presentes. La colaboración fue tan especial que Post Malone quiso expresarse públicamente. En un mensaje en X, escribió: "Gracias @Beyonce por invitarme a Houston, y por incluirme en tu maravilloso disco. Gracias también por compartir tu talento y arte con el mundo. Te quiero".
La actuación también contó con la participación especial de Blue Ivy, la hija de 12 años de Beyoncé, quien apareció en el cierre con la canción "Texas Hold 'Em'. Beyoncé incluso modificó una letra, cantando "Then spin me in the middle, Blue, I can't read your mind", un tierno detalle para su hija.
El vicepresidente ejecutivo de distribución de medios de la NFL, Hans Schroeder, comentó a Newsweek que Beyoncé estaba "emocionada" de presentarse en su ciudad natal. Destacó la excelente colaboración con los Texans para asegurar el éxito del evento, afirmando que "va a ser un espectáculo increíble".
La noche culminó con una elaborada coreografía entre madre e hija, antes de que Beyoncé se elevase en una plataforma para un gran final. La reacción de los fans fue unánime: comentarios en redes sociales como "¡FUE FANTÁSTICO!" y la expectativa de "¿Nueva colaboración?" inundaron las plataformas digitales.