Y ahora, una noticia inesperada, llena de detalles que nos invitan a mirar más allá de los reflectores, nos llega directamente del corazón de una querida figura.
A cuatro años del fallecimiento de su esposo, Gabriel Fernández Carrasco, María Antonieta de las Nieves, la inolvidable Chilindrina, ha decidido dar un giro a su vida. No se trata de una simple búsqueda de pareja, sino de un proyecto cuidadosamente planeado para encontrar a alguien especial.
En una entrevista reciente en el programa "Sale el sol", la actriz de 75 años declaró: “Me siento sola y estoy lista para iniciar una relación amorosa formal”. Sin embargo, aclaró que el matrimonio no está en sus planes: “Ya no se usa casarse”, dijo con su característico humor.
Pero, ¿qué busca la Chilindrina en un hombre? Su ideal tiene un perfil muy específico: un hombre entre 60 y 70 años, soltero, y sobre todo, "que le encante la parranda". Aclara que no se refiere a fiestas alocadas, sino a compartir actividades como viajar, ir al cine y al teatro. "Todavía soy una mujer muy viajera," destacó.
La independencia económica es crucial. "No busco alguien que me mantenga, pero tampoco quiero mantenerlo. Que sea alguien que ni me dé, ni me quite", explicó con su honestidad característica. La atención a los detalles también es esencial, recordando con cariño los gestos de su difunto esposo: "Mi esposo fue muy detallista, todos los días me decía que me quería muchísimo".
Y hay un requisito más, no menos importante: el amor por los animales. La Chilindrina vive rodeada de cinco perros – tres chihuahuas y dos weimaraners – por lo que su futuro compañero deberá ser "pet friendly". "Mi cama está llena de perros todos los días y de pelos. Jovencitos, qué flojera," comentó entre risas.
Aunque nombres como José Manuel Fernández y Otto Sirgo han surgido en conversaciones pasadas, la búsqueda de La Chilindrina continúa. Una búsqueda llena de matices, de requisitos particulares y, sobre todo, de la esperanza de encontrar un compañero para compartir sus años.
La historia de la Chilindrina nos recuerda que la vida, a cualquier edad, nos brinda nuevas oportunidades. Y que la búsqueda de la compañía, con sus detalles y particularidades, puede ser tan emocionante como cualquier capítulo de la icónica vecindad.