Jess Wright, la reconocida personalidad de la televisión británica, y su esposo William, han enfrentado un desafío considerable desde el nacimiento de su hijo Presley en mayo de 2022. Su matrimonio, consolidado en septiembre de 2021 tras conocerse en 2019, se ha visto envuelto en una situación que requiere toda su fortaleza y fe.
En agosto pasado, la pareja compartió con sus seguidores la noticia del diagnóstico de Presley: una válvula aórtica bicúspide, una afección cardíaca congénita rara que afecta a solo el 1% de la población. “Es debilitante y horrible, pero es lo que es. Tenemos que aprender a vivir con ello ahora y orar a Dios para que cada resultado que obtengamos sea bueno hasta que tenga que someterse a cirugía,” confesó Jess en una entrevista reciente con la revista Closer.
Esta condición, que implica que la válvula aórtica de Presley solo tiene dos valvas en lugar de tres, afecta el flujo sanguíneo desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Aunque no es una enfermedad mortal, requerirá al menos dos cirugías a corazón abierto a lo largo de la vida del pequeño.
Jess, hermana del también famoso Mark Wright, ha sido abierta sobre el impacto emocional de la noticia. En sus redes sociales, describió el sentimiento como algo que "destroza el alma" y compartió la incertidumbre y el miedo que experimentan. A pesar del dolor, la familia se enfoca en el monitoreo constante de Presley con médicos, esperando que pueda llevar una vida lo más normal posible.
La pareja ha buscado apoyo en su círculo cercano y en la comunidad online, compartiendo su historia para crear conciencia sobre la salud cardíaca infantil y para conectar con otras familias que enfrentan situaciones similares. Jess ha expresado su esperanza de que su testimonio ayude a otros a sentirse menos solos y a encontrar información y apoyo.
El camino de Jess y William está lleno de desafíos, pero también de amor incondicional y una fe inquebrantable. Su historia, lejos de ser una simple noticia, es un testimonio de la resiliencia humana y la fuerza del espíritu familiar ante la adversidad.