Y es precisamente en ese ámbito donde reside la fascinante perspectiva de la vida de una estrella de cine.
Nicole Kidman, a sus 57 años, nos ofrece una mirada inesperada a su matrimonio con Keith Urban, una unión que celebra más de una década. Recientemente, la actriz australiana protagonizó la portada de la revista W, una sesión fotográfica audaz donde aparece con liguero, promoviendo su papel en "Babygirl". Pero más allá del impacto visual, la entrevista revela un secreto sorprendentemente sencillo para el éxito de su relación: "Un baño con ducha doble y sanitarios separados!".
Sí, leyeron bien. La ganadora del Oscar, ex esposa de Tom Cruise, comparó la clave de su feliz matrimonio con la practicidad de dos regaderas en un mismo baño. Más allá de la anécdota, Kidman describe su vida con Urban como una melodía continua. Ella confiesa cantar en la ducha, a menudo escuchando las nuevas composiciones de Keith, creando una dinámica creativa y cómplice.
Pero la cotidianidad de su vida en pareja no se limita a los baños. Kidman también comparte su gusto por las sorpresas, revelando cómo Urban, a sus 57 años, sigue cortejándola como en los primeros días: "Me gusta que me inviten a salir, algo que él sigue haciendo. Hace siete noches cenamos en Nueva York. Amamos la comida japonesa, pero estoy abierta a todo. Me gusta no saber a dónde me llevará. ¡Sorpréndeme, cariño!", dijo a la revista PEOPLE.
La historia se completa con anécdotas sobre la crianza de sus cuatro hijos (Sunday, Faith, Isabella y Connor), y los desafíos de grabar la miniserie "Expats" en Hong Kong durante la pandemia. Un período que, según Kidman, le causó una profunda nostalgia por su familia, afectando incluso su desempeño actoral: "Estaba sola en Hong Kong sin mi familia, lo cual fue un error terrible. No podía simplemente subirme a un avión e ir con ellos. Y ellos no podían venir a verme. Eso afectó la actuación, al grado que también afectó mi psique.", declaró al diario The Guardian.
La imagen de Nicole Kidman en liguero y sus declaraciones sobre su matrimonio con Keith Urban no son solo un titular atractivo; representan un fragmento de una realidad compleja, donde el éxito, la fama y el glamour conviven con la cotidianidad, las dificultades y la profunda necesidad de conexión humana.