El centro de la polémica: Emilia Pérez, la cinta ganadora del Globo de Oro a Mejor Película de Habla No Inglesa, dirigida por el reconocido cineasta francés Jacques Audiard y protagonizada por Karla Sofía Gascón. Pero no es la premiación lo que tiene a la gente hablando.
La crítica de cine y influencer, Gaby Meza, ha encendido la mecha con una analogía contundente: "Es como un zarape que compras en Coyoacán, pero está hecho en Taiwán". Esta frase, lanzada durante un live en YouTube sobre los Globos de Oro 2025, resume la esencia de su crítica a la película.
Meza cuestiona la autenticidad de Emilia Pérez, argumentando que, a pesar de su ambientación mexicana y de abordar temas nacionales, la película carece de una representación genuina de la cultura mexicana. Para ella, la producción, aunque ambientada en México, se percibe como un producto fabricado para el consumo extranjero.
La influencer profundiza su análisis: “Ves a uno que es mexicano, se siente en la tela, en las texturas, en los colores. Y ves otro que de lejos dices 'Igual', pero te acercas y no es el mismo producto”. Esta diferencia, según Meza, radica no solo en la trama, sino en la falta de participación de equipos creativos mexicanos clave en la producción.
Meza destaca la ironía del uso del español en la película, interpretado por actrices extranjeras bajo la dirección de un cineasta francés. "Un español interpretado por actrices que no son mexicanas, dirigidas por un director francés, ejecutada en el extranjero", enfatizó. Señala la participación de la actriz mexicana Adriana Paz como un detalle menor dentro de un equipo mayoritariamente extranjero.
El argumento de Meza culmina con la reiteración de su comparación: un producto que se vende como genuinamente mexicano, pero que en realidad es una exportación elaborada con una perspectiva externa. La película, que llegará a las salas mexicanas el 23 de enero, ya enfrenta un intenso debate, mucho antes de su estreno en el país.
El lanzamiento de Emilia Pérez en cines mexicanos el próximo jueves 23 de enero promete ser un evento que trasciende la pantalla grande, sumándose a la discusión en torno a la representación cultural y la industria cinematográfica.