Hablamos de Spencer Pratt, el famoso (o infame, dependiendo de la perspectiva) personaje de la realidad televisiva estadounidense, conocido por su paso por "The Hills" junto a su esposa, Heidi Montag. Su nombre está ligado a dramas, escándalos y, ahora, a una historia de recuperación económica que resulta fascinante.
En algún momento, la pareja llegó a acumular una fortuna conjunta de $10 millones de dólares. Sin embargo, la historia no termina ahí. "Creíamos que el mundo se acabaría en 2012," confesó Heidi en una entrevista con In Touch Weekly, "así que teníamos que gastar el dinero antes del impacto del asteroide."
Esta creencia, combinada con un estilo de vida extravagante, llevó a gastos desorbitados. Heidi gastó cerca de $1 millón en bolsos y ropa de diseñador, con una particular obsesión por los bolsos Birkin. A esto se sumaban $100,000 mensuales en peluquería y maquillaje, y un día memorable en el que se sometió a 10 cirugías plásticas por un costo de $200,000.
Pero la extravagancia no se limitaba a Heidi. Spencer invirtió $500,000 en cristales, creyendo en su poder energético. Además, se gastó $1 millón en ropa para proyectar una imagen de estrella de Hollywood. Y no olvidemos los $2.5 millones invertidos en la carrera musical de Heidi, resultando en un álbum con apenas 6,000 copias vendidas.
Entre otros gastos, se destacan los $15,000 por noche en guardias de seguridad, cenas con botellas de vino de $3,000 y una estancia de seis meses en el Ritz Carlton de Costa Rica, con servicio a la habitación para ellos y sus cuatro perros. Una vida de ensueño que se desvaneció rápidamente.
Actualmente, la pareja reside en Pacific Palisades, en una casa que adquirieron por $2.52 millones en 2017. Aunque su valor se había incrementado a $3.8 millones a principios de 2025, lamentablemente fue destruida por el Incendio de Palisades el pasado 7 de enero.
El camino de Spencer Pratt, desde villano de reality show a emprendedor, es una prueba de resiliencia. Hoy, con una fortuna estimada en $2 millones, ha sabido reinventarse y construir un futuro a partir de sus experiencias, demostrando que, con perseverancia, es posible superar los desafíos y encontrar el éxito.