Mientras las llamas amenazaban residencias de lujo, Kim Kardashian y sus cuatro hijos, North, Saint, Chicago y Psalm, tuvieron que abandonar su mansión. En medio del caos, Kim utilizó sus redes sociales para expresar su gratitud, pero no solo a los bomberos tradicionales.
Su mensaje destacó la labor crucial de cientos de bomberos recluidos, quienes, a pesar de su situación, arriesgan sus vidas combatiendo las llamas. "Trabajan turnos de 24 horas, reciben una paga irrisoria y algunos incluso han perdido la vida en esta lucha", escribió Kim, destacando la disparidad en la compensación por su arduo trabajo. Señaló la necesidad de un aumento salarial justo, instando al gobernador de California, Gavin Newsom, a tomar acciones.
Este contexto de emergencia contrasta con la situación de Kanye West, quien permanece en el extranjero, según reportes, desde hace cuatro meses. Su último avistamiento fue en Dubai, tras una extensa gira con su esposa, Bianca Censori, por Japón y China. Curiosamente, la ausencia coincide con el tiempo transcurrido desde su última visita a sus hijos, hace 118 días, durante un evento en Haikou, China.
Mientras Kim se concentra en la recuperación de su comunidad y en la lucha por una mejor remuneración para estos bomberos, Kanye, por su parte, continúa celebrando el cumpleaños de Bianca con extravagantes fiestas, incluyendo una en Dubai donde se les vio besándose apasionadamente en la pista de baile. Incluso se compartieron videos en redes sociales de un baño desnudo de Bianca, publicados y posteriormente borrados por el mismo Kanye.
La situación genera un contraste marcado entre dos realidades paralelas: una de solidaridad y lucha por la justicia social y otra de celebraciones opulentas en medio de una crisis. El silencio de Kanye ante la emergencia familiar, sin embargo, permanece.