Se respira un aire de nostalgia, pero también de nuevas oportunidades.
Gabby Allen (32) y Marcel Somerville (39), expareja de la edición de 2017, se reencuentran en la villa sudafricana. Su historia, marcada por una infidelidad de Marcel, ha dado mucho de qué hablar. Ahora, seis años después, “nunca pensé que volvería a compartir cama contigo”, bromea Gabby, mientras Marcel admite sentir una mezcla de emociones, reconociendo errores del pasado e intentando cerrar ciclos. La tensión es palpable, y su interacción genera dudas sobre si se trata de una genuina reconciliación o simplemente una estrategia para obtener más tiempo en pantalla.
Por otro lado, la química entre Scott Thomas (36) e India Reynolds es innegable. Sus conversaciones, cargadas de coqueteo, son un claro ejemplo de cómo algunos concursantes buscan destacar entre la multitud. India, sin tapujos, declara abiertamente su deseo de encontrar “un esposo y cuatro hijos”, una declaración que sorprende a Scott, quien se muestra intrigado ante la nueva versión de sí mismo que India percibe.
Pero la acción no termina ahí. La llegada de Casey O’Gorman, un participante que ya ha pisado la villa en dos ocasiones anteriores, promete revolver las aguas. Su presencia genera reacciones inmediatas, con una concursante en particular que expresa su desagrado abiertamente: “¡Otra vez no!”, exclama Olivia Hawkins. Casey, por su parte, justifica su regreso con la esperanza de encontrar el amor, admitiendo que su amigo Tom Clare lo animó a intentarlo de nuevo.
El regreso de Ekin-Su Cülcüloğlu (30), ganadora de la edición anterior, añade otro elemento de intriga. Su objetivo: encontrar una pareja que la apoye y comprenda, sin obsesiones ni juicios superficiales. “Quiero a alguien que me ame incluso en mi peor momento”, afirma, dejando entrever la experiencia en sus relaciones pasadas. Sus declaraciones desatan un debate entre los espectadores sobre la autenticidad de las relaciones en el programa, particularmente después del revuelo causado por la edad de algunos participantes en la noche de estreno.
La mezcla de reencuentros, nuevas parejas y estrategias para destacar crean una dinámica compleja. Cada participante juega sus cartas, mientras los espectadores observan con atención el desarrollo de las relaciones y los conflictos.