Robert Pattinson, nombre que resuena con fuerza en la industria cinematográfica gracias a The Batman y Tenet, entre otras, alcanzó la cúspide de su popularidad gracias a la saga Crepúsculo. Sin embargo, su relación con el personaje que lo lanzó a la fama, 'Edward Cullen', es mucho más compleja de lo que se podría imaginar.
La imagen del vampiro romántico de 108 años que asiste a la preparatoria y conquista el corazón de 'Bella Swan', interpretada por Kristen Stewart, es una imagen que, para Pattinson, se ve muy distinta.
En una entrevista de 2008 con la revista Empire Magazine, el actor británico de 38 años reveló detalles impactantes: “Cuando lees el libro, Edward Cullen era tan hermoso que tuve un orgasmo. Es decir, cada línea era así”, confesó. Pero esta admiración inicial no duró mucho.
Pattinson continuó: “Es la persona más ridícula y es tan increíble en todo. Creo que muchos actores intentaron interpretar ese aspecto. Yo simplemente no pude hacerlo. Y cuanto más leo el guión, más odiaba a este tipo, así que así es como lo interpreté, como un maníaco depresivo que se odia a sí mismo. Además, es un virgen de 108 años, por lo que obviamente tiene algunos problemas”.
Sus declaraciones no terminaron ahí. Durante la promoción de Luna Nueva en 2009, en una entrevista para OK! Magazine, añadió: “Prácticamente con cualquiera, los chicos buenos siempre parecen ser los últimos. Siempre hay bichos raros como Edward que parecen atraer a las mujeres por alguna razón. Si Edward no fuera un personaje ficticio y lo conocieras en la realidad, sería como uno de esos tipos que probablemente sería un asesino con hacha o algo así”.
Una perspectiva, sin duda, inesperada de uno de los personajes más icónicos de la cultura popular. La fascinación del público por el enigmático Edward Cullen, contrastada con la compleja relación de Pattinson con su propia creación, nos deja pensando en la delgada línea entre realidad y ficción en el mundo del cine.
Un detalle adicional que profundiza en la complejidad del personaje: las características de Edward, que para muchos son atractivas, son vistas por el propio Pattinson como inquietantes y potencialmente peligrosas.