Orlando Bloom, a sus 48 años, reflexionó recientemente sobre su experiencia en la saga Piratas del Caribe, una franquicia que catapultó a la fama a varios de sus protagonistas, entre ellos, Keira Knightley. Bloom, quien interpretó a 'Will Turner' en las tres primeras películas, junto a Knightley como 'Elizabeth Swann' y Johnny Depp como el inolvidable 'Jack Sparrow', compartió sus pensamientos con Entertainment Weekly.
“Fue un momento tan trascendental que… se siente casi como otra vida ahora,” comentó Bloom sobre la exitosa franquicia de Disney. “Pero sin duda fue único, y siempre estoy agradecido.” Su participación, junto a Knightley, se extendió hasta La venganza de Salazar (2017), aunque ambos actores no formaron parte de En mareas misteriosas (2011), limitándose a apariciones breves en la última entrega.
La conversación, sin embargo, giró en torno a las declaraciones recientes de Knightley. A sus 39 años, la actriz había expresado públicamente sentimientos encontrados sobre su rol en la saga. Sus palabras, pronunciadas durante la promoción de su serie Black Doves en Netflix, no pasaron desapercibidas.
Bloom, al ser consultado sobre las opiniones de su ex compañera de reparto, respondió: “Entiendo perfectamente de dónde viene Keira, y hace cosas maravillosas. Tengo muchos recuerdos positivos.” Knightley había explicado al diario The Times que la franquicia "la estaba haciendo y rompiendo al mismo tiempo", confesando que, a pesar del éxito, sufrió consecuencias negativas en su imagen pública.
Es interesante destacar que antes de Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra (2003), Knightley, con tan solo 18 años, había participado principalmente en series británicas y papeles menores en cine. El éxito masivo de la saga la proyectó a la fama internacional, lo que le permitió obtener una nominación al Oscar por su papel en Orgullo y prejuicio (2005).
La ironía reside en que, mientras las secuelas de Piratas del Caribe recibían críticas negativas, la actriz reconocía que la franquicia, a pesar de su impacto negativo en su imagen, le abrió puertas a oportunidades posteriores.
Así, la historia de Piratas del Caribe no solo es una aventura de ficción en alta mar, sino también un relato complejo de éxitos, contratiempos y la eterna búsqueda de un equilibrio entre la fama y la identidad personal en la industria cinematográfica.