Recientemente, la música de Bad Bunny ha experimentado un auge sin precedentes en regiones como Gaza y Líbano. No se trata de una simple moda pasajera, sino de una profunda resonancia cultural que ha llamado la atención de expertos y aficionados por igual. La periodista Marie-Jose Azzi, del Servicio Árabe de la BBC en Líbano, ha destacado este fenómeno, señalando que nunca antes había presenciado una aceptación tan masiva de un artista extranjero con ritmos y letras tan profundamente arraigadas en una realidad política diferente.
El álbum "DtMF" del artista puertorriqueño, lanzado a principios de enero, es el epicentro de esta conexión inesperada. Canciones como "DtMF" ("Debí tirar más fotos"), una plena llena de simbolismo puertorriqueño, se ha viralizado en redes sociales acompañando videos que muestran la belleza de Gaza y Líbano antes del reciente conflicto con Israel. Mensajes como "Oh, cuánto te extraño" o "Estamos listos para reconstruir" acompañan estas publicaciones, creando una atmósfera de nostalgia y esperanza.
Las letras de "DtMF", que aluden a la nostalgia por un amor perdido (que puede interpretarse como la propia isla), se han convertido en un eco de la situación actual en Gaza y Líbano. "Debí tirar más foto' de cuando te tuve. Debí darte más beso' y abrazo' las veces que pude. Ojalá que los mío' nunca se muden", dice una de sus estrofas. Este sentimiento de pérdida y la esperanza por un futuro mejor han conectado con el público de Medio Oriente de una forma profundamente emotiva.
Pero la conexión no se limita a "DtMF". Otros temas del álbum, como "Lo que le pasó a Hawái", donde Bad Bunny aboga por la independencia de Puerto Rico, también han resonado con fuerza. Azzi relata haber escuchado "Baile Inolvidable" en una pizzería libanesa, evidenciando la penetración de la música del "Conejo Malo" en la cultura local. "Los mensajes políticos del disco y 'DtMF' son muy poderosos. Personas de Medio Oriente se han identificado con Puerto Rico", afirma Azzi.
El éxito del álbum de Bad Bunny en Medio Oriente no es casual. El reguetón ya tenía una presencia arraigada en la región, con artistas como Daddy Yankee y Don Omar gozando de popularidad. Además, "DtMF" cuenta con una mezcla de ritmos bailables, que incluyen plena, salsa, bomba, bachata y reguetón, lo que lo hace atractivo para un público acostumbrado a la música latina. La periodista subraya que: "Amamos la música que nos hace bailar. Tenemos el mismo clima, veranos y playas".
La periodista de la BBC Mundo, Ronald Alexander Ávila-Claudio, aporta una perspectiva puertorriqueña, resaltando que para Puerto Rico, la música de Bad Bunny es mucho más que entretenimiento; es una forma de resistencia cultural, una expresión de la identidad puertorriqueña y una conexión con su historia de lucha contra el colonialismo.
La inesperada popularidad de Bad Bunny en Medio Oriente destaca la capacidad de la música para trascender las barreras del idioma y la geografía, creando puentes de comprensión entre culturas y contextos aparentemente distantes. La resonancia de sus letras, cargadas de simbolismo puertorriqueño, ha encontrado un eco inesperado en las experiencias de la gente en Gaza y Líbano, mostrando una vez más la potencia del arte como herramienta de conexión humana.