Recientemente, la pareja ha estado en el ojo del huracán, con rumores de infidelidad y separación que han generado una avalancha de especulaciones en redes sociales.
Pero la trama se complica aún más con la inesperada participación de Brian Austin Green, exesposo de Fox y padre de sus tres hijos: Noah (12 años), Bodhi (10 años) y Journey (8 años). Green, a través de una publicación en Instagram, pareció dirigir un mensaje contundente a MGK, instándolo a "ser honesto por una vez en tu vida. Deja de preocuparte tanto por cómo te perciben que intentarás arrastrar a otras personas". Adjuntó a su publicación la canción de Kelly, "Don't Let Me Go", una decisión que muchos interpretaron como una clara crítica.
Este comentario público se produce en medio de informes que sugieren una ruptura entre Fox y MGK, a pocas semanas del nacimiento de su primer hijo en común. Fuentes cercanas a la pareja han declarado a diversos medios que la relación se encuentra en un punto crítico, con Megan Fox concentrándose en su embarazo y alejándose del drama. Una fuente dijo a PEOPLE: "Ella vive sola y no tiene mucho contacto con Machine Gun Kelly. Está bien. Está muy emocionada por el bebé".
La situación se complica aún más considerando el historial de la pareja. Su romance, marcado por una intensidad notable – incluyendo el hecho de que, según Megan, "bebieron la sangre del otro" al anunciar su compromiso – se ha visto envuelto en controversias desde un inicio. La ruptura, según algunos reportes, se habría producido luego de que Fox descubriera mensajes que sugerían infidelidades por parte de MGK.
Mientras tanto, la actriz se concentra en su embarazo y en sus hijos. Su optimismo ante la llegada del bebé, contrasta con el clima tenso generado por los recientes acontecimientos. Los detalles concretos sobre el futuro de la pareja y la naturaleza exacta de la controversia aún permanecen en el ámbito de la especulación, manteniendo viva la expectativa alrededor de esta historia.