Josef Fares: De Cannes a los videojuegos, un director sin filtros
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Pero, ¿qué pasa cuando un director de cine exitoso decide adentrarse en el mundo de los videojuegos?
Josef Fares, un nombre que resuena tanto en la industria cinematográfica sueca como en la escena gamer internacional, no es un desarrollador cualquiera. Su fama precede a su llegada: conocido por sus declaraciones directas y sin tapujos, ha labrado un camino único en una industria a veces demasiado corporativa. “No importa dónde trabaje o qué haga, siempre diré lo que quiera”, afirma con firmeza. Este director, galardonado por obras como Jalla! Jalla! y el drama Zozo (que reflexiona sobre su huida de la guerra civil libanesa), encontró en el desarrollo de videojuegos una nueva vía para canalizar su creatividad innata.
Su amor por los videojuegos surgió desde la infancia, en el Líbano, con una Atari y el legendario Pong. “Los juegos siempre han sido mi primer amor”, confiesa. Un encuentro fortuito, una invitación a un game jam, y la idea para Brothers: A Tale of Two Sons nació en una sola noche. La pasión de Fares lo llevó a la creación de Hazelight, un estudio enfocado en juegos cooperativos con narrativa, una apuesta poco común en la era del multijugador online masivo. "Creemos que la narrativa en los videojuegos es aún un territorio por explorar".
Tras el éxito rotundo de It Takes Two, ganador del premio Juego del Año en 2021, Fares se prepara para lanzar Split Fiction, un juego cooperativo que promete ser una montaña rusa de emociones y escenarios. Dos protagonistas, Mio y Zoe, deberán abrirse camino a través de recreaciones de sus propias novelas de ciencia ficción y fantasía, con una variedad de niveles que recuerdan la audacia creativa de Nintendo.
En cuanto a su visión de la industria, Fares no se muerde la lengua. Critica abiertamente los juegos con microtransacciones, defendiendo una experiencia de juego pura y sin artificios. Su postura: “No me gustan los juegos de servicio en vivo; creo que son perjudiciales para la industria. La creatividad y el dinero deben encontrarse en un punto medio. Debemos enfocarnos en impulsar nuestro medio: sin microtransacciones, sin tonterías, solo puro amor por los juegos”. Su perspectiva, sin duda, deja mucho que pensar sobre el futuro del sector.
El legado de Fares, en cine y videojuegos, es un ejemplo de cómo la pasión y la visión artística pueden trascender géneros y plataformas, creando experiencias inolvidables para el público.