Pepe Aguilar firma su testamento, ¿Que pasó?

El cantante mexicano nos cuenta su aventura en Bali, donde participó en una serie de retiros espirituales. La primera prueba fue una caminata en silencio por la selva, "una meditación en silencio, caminando por la selva de Bali. Y no podías hablar y te lleva por diferentes lados," recuerda Pepe.

La travesía incluyó un peligroso paso por un estrecho acantilado, una metáfora que el guía relacionó con la vida misma: "Cada paso que des, tienes que estar seguro de que te puedes sostener. Entonces das el paso, sientes tu peso, y ya que está bien, das el siguiente paso." Una experiencia que le dejó claro la importancia de la firmeza en cada decisión.

 Era un viaje de meditación donde nos llevó a morir. Si no le enseñas tu testamento, no puedes ir. Y todos los disclaimers que pueda haber, porque te pone en riesgo todo el tiempo - resaltó Pepe Aguilar

Pero las pruebas no terminaron ahí. En otra ocasión, el grupo meditó en un panteón balinés: "nos puso a meditar en un panteón... donde está lleno de cuerpos, pero por fuera no están enterrados." Una experiencia impactante que le permitió "entender la muerte de otra forma. Me hizo sentir tremendamente afortunado, tremendamente vivo, y tremendamente efímero." La presencia del árbol Banyan, con sus propiedades para absorber olores, matizó la experiencia, creando un ambiente inusual. Pepe eligió meditar junto a un cuerpo en avanzado estado de descomposición, una decisión que lo transformó profundamente.

El clímax del viaje, sin embargo, llegó durante el séptimo día en Bali. Después de una semana de preparativos, el guía les vendó los ojos y los subió a un camión, sumiendo a los participantes en un silencio absoluto. "Sabes todas las cosas que se te ocurren en la cabeza? Dices, ¿qué estoy haciendo aquí?" reflexiona Pepe, describiendo la avalancha de pensamientos y miedos que lo invadieron durante los 40 minutos de viaje. Al final, después de una serie de instrucciones y ejercicios, les quitaron las vendas. Lo que encontraron al otro lado fue completamente inesperado, un giro narrativo que contrasta drásticamente con la anticipación de algo terrible.

En lugar del horror que imaginaba, se encontró con una terapeuta de un spa, una experiencia inesperada que representa una lección adicional: "a veces, así es la vida, cuando esperas lo peor, te da lo mejor". La experiencia de Pepe en India, con sus contrastes entre miseria y felicidad, y su encuentro con un hombre que dedicó su vida a ayudar a niños de la calle, completa este relato extraordinario.

Su encuentro con este hombre, quien durante 52 años había dedicado su vida a rescatar y cuidar niños de la calle en Bodhgaya, y con los médicos que atendían gratuitamente a ancianos en condiciones precarias, le demostró que la verdadera riqueza está en la conexión humana y la capacidad de asombro ante la vida, incluso en medio de la adversidad.

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