Lizzie Cundy: Elegancia y controversia en Londres
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Yelitza EspinozaNo se trató de una pasarela de alta costura, sino de un momento fugaz capturado por las cámaras, un instante que resume la sofisticación y el buen gusto.
El martes pasado, Lizzie Cundy, la socialité de 56 años, abandonaba el estudio de The Jeremy Vine Show. Su atuendo: un vestido midi azul celeste, una pieza impecable que realzaba su figura con un escote tipo cowl y un bajo peplum que dejaba entrever unas piernas tonificadas. Los tacones de plataforma color crema y un bolso YSL completaban un look que definía la elegancia discreta. Unas gafas de sol doradas protegían sus ojos del sol invernal, mientras que un recogido alto daba el toque final a su imagen.
Su aparición pública llega tras una emotiva noche en el Aldwych Theatre. Junto a Bruno Tonioli, el carismático juez de Britain's Got Talent, apoyó a la cantante Sydnie Christmas en su debut en el West End. "Nunca podría reservar un espectáculo en el West End. Así que hoy es un día especial. Estoy llorando de alegría por TENER finalmente mi debut en el West End, pero con mi propio espectáculo", escribió Sydnie en su Instagram, expresando la emoción del momento. Una imagen de Lizzie y Sydnie juntas, Lizzie con una llamativa chaqueta de cuero, inmortalizó este evento.
Pero la semana de Lizzie no se limitó a las celebraciones. Días antes, en el mismo programa, la socialité había mantenido un intercambio con Keir Starmer, líder del Partido Laborista, sobre una propuesta controvertida: que los pensionistas reduzcan el tamaño de sus viviendas para aliviar la crisis habitacional en el Reino Unido. "Creo que es una idea terrible. Los pensionistas trabajan duro toda su vida, y parece que este gobierno los está atacando por todos lados", señaló Lizzie Cundy con firmeza, criticando la política gubernamental y añadiendo que "Starmer debería solucionar primero sus propios problemas".
La discusión giró en torno a la crisis de vivienda en Inglaterra, con más de 10 millones de hogares con al menos dos habitaciones sin usar, muchas pertenecientes a mayores de 65 años. Lizzie cuestionó las políticas del gobierno, incluyendo los impuestos verdes y los aumentos de impuestos a los propietarios, argumentando que estas medidas estaban exacerbando el problema y afectando a un sector vulnerable de la población. Señaló la necesidad de abordar la problemática de manera integral, considerando el impacto en todos los sectores de la sociedad.
Su intervención en el debate dejó claro su posicionamiento y su preocupación por la situación de los pensionistas en el Reino Unido, añadiendo una nueva dimensión a su ya de por si destacada figura pública.
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