Hermanos Culkin: Oscar a Kieran, la emoción de Macaulay

En la fiesta posterior a la ceremonia, en el corazón del bullicio de Vanity Fair, se encontraba Macaulay Culkin, el eterno Kevin McCallister de Mi pobre angelito. Su rostro, habitualmente jovial, reflejaba una emoción diferente, una mezcla de orgullo y nostalgia. No estaba hablando de su propia trayectoria, sino del triunfo de alguien muy cercano: su hermano, Kieran Culkin.
Kieran, reconocido por su papel en la serie Succession, se llevó a casa la estatuilla dorada como Mejor Actor de Reparto por su interpretación en A Real Pain. “Eso es lo único que vi, historia real... Lloré y pensé: te veré más tarde,” confesó Macaulay, con su característico humor, dejando entrever la intensidad del momento.
Su esposa, Brenda Song, corroboró la escena: “Estaba en primera fila, en el pasillo, más cerca de las escaleras. No había forma de que no ganara.” Sus palabras reflejan no solo la confianza ciega en el talento de Kieran, sino también la íntima conexión familiar que presenciaron esa noche.
Pero ¿qué hace tan especial a A Real Pain? Se trata de un drama que explora temas complejos como la herencia familiar y el trauma intergeneracional. La película sigue a dos primos que viajan a Polonia para indagar en la historia de su abuela, una sobreviviente del Holocausto, confrontando así sus propias heridas y las complejas relaciones que los unen. La narrativa conmovedora, junto a las actuaciones estelares, le valió el reconocimiento de la Academia.
Más allá del triunfo individual de Kieran, el momento captura la esencia de un vínculo fraternal profundo. A pesar de los años y los caminos distintos que han tomado, la admiración y el apoyo mutuo entre Macaulay y Kieran Culkin son palpables. Un testimonio silencioso, pero poderoso, de una conexión inquebrantable.
El Oscar de Kieran no es solo un premio; es el reflejo del arduo trabajo, el talento innato y la fuerza de un lazo familiar que trasciende las luces de Hollywood.