"Blancanieves": ¿Fracaso en taquilla inminente?

La nueva versión de Blancanieves, protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot, con un presupuesto estimado de $270 millones de dólares, se enfrenta a un inusual silencio promocional. A diferencia de otros lanzamientos de Disney, las preventas de boletos comenzaron apenas dos semanas antes del estreno, un dato que ha encendido las alarmas.
Fuentes internas de la industria, citadas por publicaciones como The Hollywood Reporter y el Daily Mail, aseguran que Disney tiene “cero fe” en el éxito de la película. Se habla de una premiere en Los Ángeles con una cobertura mediática reducida, muy distante del despliegue habitual para un proyecto de esta magnitud. Incluso, se ha cancelado la premiere en Londres para evitar una posible reacción negativa del público.
Las proyecciones de taquilla para el fin de semana de estreno oscilan entre $50 y $56 millones de dólares, una cifra significativamente menor a la obtenida por otras adaptaciones de acción real de Disney como La Sirenita ($100 millones) o incluso Cenicienta ($67 millones) en sus respectivos estrenos.
El cambio de los siete enanitos por “criaturas mágicas” para evitar la perpetuación de estereotipos, una decisión criticada por figuras como Peter Dinklage, quien calificó la historia original como “f backwards story”, ha generado un gran debate. A esto se suma la postura de Zegler, quien ha expresado públicamente su visión sobre la necesidad de una interpretación más moderna y progresista del cuento clásico, incluso cuestionando aspectos relevantes de la trama original.
La promoción de la película, con apariciones de Zegler y Gadot en eventos como los Óscars, parecen ser una estrategia de control de daños, más que un impulso para generar expectativa. Todo indica que Disney está gestionando la situación con cautela, en medio de las críticas y las incertidumbres sobre el impacto final de la película en la taquilla.
La actriz Zegler, lejos de mantenerse al margen, ha respondido a las controversias con declaraciones que han generado aún más debate, defendiendo su interpretación y su visión del personaje, a la vez que admite la presión que conlleva un papel de semejante envergadura. La polémica, sin duda, ha envuelto a la producción desde su concepción.