Rancho de Julián Figueroa en venta: $50 millones

El rancho, ubicado frente al prestigioso Club de Golf de Cuernavaca, es mucho más que ladrillos y cemento; es un capítulo en la vida de una de las familias más reconocidas del país. Se trata del rancho que Joan Sebastian heredó a su hijo, Julián Figueroa, antes de su fallecimiento en 2015.
Para Julián, este no era solo un inmueble; “era uno de mis lugares más preciados, un refugio emocional, uno de los recuerdos más especiales que tenía de mi padre,” declaró en alguna ocasión en una entrevista. Sus planes para el futuro del rancho incluían transformarlo en un hotel boutique y restaurante de lujo, un proyecto que honraría la memoria de su padre y su legado musical.
Sin embargo, el pasado 18 de enero de 2025, la agencia inmobiliaria ‘Ideal Homes Bienes Raíces’ sorprendió a muchos al publicar un video en su canal de YouTube anunciando la venta de la propiedad. El precio de venta? 50 millones de pesos mexicanos. El video, titulado “$50,000,000. Las Palmas Cuernavaca, Mor.”, muestra a detalle la lujosa residencia: alberca, extensas áreas verdes, una terraza privada, salas de estar, comedor interior y exterior, una cocina completamente equipada, tres baños, estacionamiento y capacidad para siete huéspedes. Todo esto, rodeado de una exuberante vegetación y con vistas impresionantes.
Un dato interesante: la propiedad fue adquirida originalmente por Joan Sebastian en 1998 por 11 millones de dólares a Sami Hayek, padre de la actriz Salma Hayek. Hayek la había diseñado como una casa de descanso, un oasis de lujo y confort.
Ahora, la venta del rancho ha generado especulaciones, principalmente en torno a la participación o conocimiento de Imelda Tuñón, viuda de Julián Figueroa, en esta decisión. La información sobre su involucramiento o la consulta previa a la venta aún no se ha aclarado públicamente.
La propiedad, un símbolo de éxito y una pieza clave en la historia de una dinastía musical, se encuentra en el mercado. Su futuro, así como el impacto de su venta en la familia, todavía está por verse.