Robbie Williams: Depresión a los 51, la dura realidad tras la fama

Las presiones, la exposición constante, y el peso de la expectativa pública, pueden generar fisuras incluso en las personalidades más fuertes.
Robbie Williams, el icónico cantante británico, recientemente compartió una verdad incómoda, una experiencia que resonará con muchos, particularmente en un contexto donde la salud mental es cada vez más un tema de conversación abierto. A sus 51 años, Williams reveló que ha enfrentado su primer episodio depresivo en una década.
En una entrevista con The Mirror, el artista detalló que este periodo de lucha incluyó “tristeza, ansiedad y depresión”. Una recaída que lo tomó por sorpresa, ya que creía haber superado estos desafíos hace aproximadamente 10 años. “Han pasado unos 10 años… Creía que ya había superado la depresión”, confesó.
Más allá de la depresión, Williams también habló sobre sus luchas pasadas con la dismorfia corporal, un tema que conecta profundamente con las presiones estéticas inherentes al mundo del espectáculo. Estos problemas, combinados con la compleja relación del artista con la fama, se exploran a fondo en su próxima película biográfica, Better Man.
Esta película, dirigida por Michael Gracey, no elude las partes más oscuras de su historia. Se adentra en una relación tóxica con la fama que llevó al abuso de sustancias y, en un punto crítico, a un intento de suicidio. Detalles que, aunque dolorosos, humanizan la imagen del ídolo pop y brindan contexto a su reciente batalla contra la depresión.
Si bien Williams asegura que actualmente se encuentra mucho mejor, reconoce que la recaída fue particularmente difícil de afrontar. Describió la experiencia como una “sensación persistente”, destacando la complejidad y la naturaleza impredecible de los trastornos de salud mental. Su próxima gira, la primera desde 2023, incluirá conciertos en ciudades como Edimburgo, Newcastle, Londres y Manchester.
La experiencia de Williams sirve como un recordatorio crucial sobre la importancia de la salud mental, especialmente en el contexto de la constante presión del mundo del entretenimiento. Su honestidad, al compartir su lucha, podría ayudar a desestigmatizar estas enfermedades y fomentar la búsqueda de ayuda por parte de quienes lo necesitan.