De actriz a duquesa: el antes y después de Meghan Markle

Hablamos de Meghan Markle, nacida en Los Ángeles en 1981. Antes de su romance real, Markle era una actriz reconocida por su papel en la serie Suits, donde interpretó a Rachel Zane durante siete temporadas. Pero su perfil no se limitaba a la actuación. Era una activista comprometida, una bloguera con un estilo de vida único que compartía en su plataforma The Tig, y una embajadora activa para organizaciones como World Vision y ONU Mujeres. Su blog, una ventana a su alma, reflejaba su pasión por el bienestar, la moda, la gastronomía y, sobre todo, el empoderamiento femenino.
El año 2016 marcó un antes y un después. Su relación con el Príncipe Harry, confirmada públicamente, la catapultó a la escena internacional. El compromiso en 2017 y la posterior boda real en 2018 significaron un cambio radical. Debió dejar atrás su carrera como actriz, cerrar The Tig y limitar su presencia en redes sociales. Se convirtió en la Duquesa de Sussex, asumiendo un papel institucional con una exposición mediática inimaginable, regida por un estricto protocolo.
Sin embargo, esta nueva vida trajo consigo un intenso escrutinio mediático, que, según sus propias declaraciones en entrevistas y documentales, fue "invasivo y dañino", ocasionándole episodios de ansiedad e incluso aislamiento. Este contexto la llevó, junto al Príncipe Harry, a tomar una decisión sin precedentes en 2020: renunciar a sus funciones reales y mudarse a Estados Unidos.
Desde entonces, la pareja ha buscado redefinir su presencia pública en sus propios términos. Han firmado acuerdos con gigantes del entretenimiento como Netflix y Spotify, crearon su propia fundación, Archewell, y han concedido entrevistas en las que abordan temas personales y sociales con una libertad que antes les era impensable. Esta nueva etapa ha generado opiniones divididas, pero es innegable que Meghan ha aprovechado la oportunidad para recuperar aspectos importantes de su identidad: contar historias, impulsar causas sociales y defender la salud mental y el empoderamiento femenino. Su evolución, lejos de una ruptura, representa una transformación significativa.