Pitbull cierra Tecate Emblema 2025 con anuncio sorpresa

El aire, cargado de expectativas y el aroma a cerveza, prometía una noche inolvidable. El escenario, una promesa de espectáculo aún sin develar su máximo esplendor.
Hablamos, por supuesto, del Tecate Emblema 2025, y su cuarta edición. Pitbull, el artista que ha conquistado escenarios mundiales con su ritmo contagioso, fue el encargado de poner el punto final a la fiesta. Su nombre real, Armando Christian Pérez, quizá no resuena con la misma fuerza que su nombre artístico, pero su legado musical sí que lo hace.
Durante casi hora y media, el público se entregó a un viaje musical a través de las décadas de los 2000 y 2010. “Don’t Stop the Party”, un himno instantáneo, dio inicio a una sucesión de éxitos que incluyeron clásicos como “Hotel Room Service” e “I Know You Want Me (Calle Ocho)”. La multitud cantaba, bailaba, vibraba al unísono. Bailarinas, una banda en vivo y un DJ complementaron la experiencia, creando una atmósfera explosiva.
Pero la noche reservaba una sorpresa. Más allá del despliegue musical, Pitbull sorprendió con un anuncio que trascendía el mero entretenimiento. Recordando sus inicios y la influencia de su propia fundación, SLAM (Sports Leadership and Management), una escuela pública charter en Little Havana, Miami, que él mismo creó en 2013, el cantante hizo un anuncio significativo para México.
SLAM, que ofrece educación gratuita e integra deportes en su currículo, se expandirá. Una nueva sucursal abrirá sus puertas en México, brindando una alternativa educativa con un enfoque único para jóvenes mexicanos. Aunque no se especificó fecha, la noticia generó una ola de entusiasmo entre los presentes. El anuncio, cargado de un mensaje inspirador y con un claro compromiso social, cerró con broche de oro, no solo la presentación de Pitbull, sino la esencia misma del festival.
Entre las curiosidades del concierto, destacaron las inesperadas referencias musicales, incluyendo fragmentos de "Enter Sandman" de Metallica y "Sweet Child O’ Mine" de Guns N’ Roses, demostrando la versatilidad musical del artista y enriqueciendo la experiencia.
El cierre, lejos del típico show final, se convirtió en un momento de conexión entre artista y público, un instante memorable que se extendió más allá de los acordes finales.