Jennifer Lopez: el imperio empresarial detrás de la diva del Bronx

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Detrás del brillo de los escenarios y las cámaras, hay una máquina empresarial que pocos ven. Jennifer Lopez, la diva del Bronx, no solo conquista con su voz o sus pasos de baile: ha tejido un imperio que mezcla glamour, tecnología y empoderamiento con la precisión de una CEO experimentada

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Nicol Matuz Scott el 16/07/2025 11:40 AM.
En Espectáculos y editada el 16/07/2025 09:55 AM.

Lo que empezó como una colección de fragancias en 2002 hoy es un ecosistema de marcas. "No se trata solo de vender productos, sino de crear legado", declaró en una entrevista reciente. Su estrategia es clara: capitalizar su influencia en sectores donde las latinas tradicionalmente no han dominado.

JLo Beauty: Su línea de skincare rompió récords en Sephora durante su lanzamiento, con su serum estrella agotándose en 24 horas.
Nuyorican Productions: Más que una productora, un vehículo para visibilizar historias latinas. Su documental Halftime fue nominado a un Emmy.
Tecnología y bienestar: Inversiones silenciosas en apps de salud femenina y una alianza con una startup de telemedicina especializada en comunidades marginadas.

En el mundo de la moda, sus colaboraciones con DSW y otras marcas reflejan una filosofía: lujo alcanzable. Sus diseños replican ese estilo "Jenny de la block" que la hizo famosa - mezcla de streetwear con detalles de alta costura.

El dato que revela su olfato comercial: mientras otras celebridades lanzan una fragancia cada lustro, ella mantiene un ritmo industrial. 25 perfumes en 20 años, con ventas que superan los 2,000 millones de dólares según reportes internos de Coty.

Lo que muchos no saben es su apuesta por el real estate tecnológico. Es una de las primeras artistas en comprar terrenos en el metaverso, donde planea recrear versiones digitales de sus locales físicos. Un movimiento que expertos califican como visionario.

Con oficinas en Miami, Los Ángeles y Nueva York, su equipo ejecutivo opera más como una Fortune 500 que como el séquito de una estrella. "Ella revisa balances trimestrales como si fueran guiones", confesó un excolaborador al Wall Street Journal.