Taylor Swift apoyó a familia de luchador en su peor momento

"Era Navidad del 2006 y mi esposa, Jill Gregory, estaba muy enferma de cáncer de mama", recordó Jarrett en una entrevista con TMZ Sports. La mujer fallecería cinco meses después, pero antes de eso, Swift se convertiría en un rayo de luz para sus hijas, quienes, como muchas niñas en ese entonces, ya eran fanáticas de la joven estrella emergente.
Lo que empezó como una simple visita se transformó en algo inolvidable. Las hijas de Jarrett le pidieron a Taylor que corriera a su casa por la guitarra. "Para el final de la tarde, había tocado casi tres horas seguidas", contó el luchador. La música llenó la casa y, para sorpresa de todos, unas 45 personas se reunieron ahí solo para escucharla.
Esa tarde no solo quedó grabada en la memoria de la familia, sino que también marcó un precedente. Años más tarde, Swift llevaría esa misma energía a su Eras Tour, donde noche tras noche canta por más de tres horas sin perder el ritmo. Curiosamente, esa gira inspiró su próximo álbum, The Life of a Showgirl, que se estrenará el 3 de octubre.
Con cada anécdota, queda claro que, más allá de los escenarios y los reflectores, Swift guarda momentos de genuina conexión humana. Y aunque ahora brille en el mundo del espectáculo y el deporte, para algunos, siempre será "nuestra chica".