Grooming y acoso a niños a través de Internet

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Desde la apertura pública de Internet y la creación de la web como su servicio más popular, una de las características más atractivas que brindan los entornos virtuales es la posibilidad de construir diferentes identidades ficticias. Mediante el uso de apodos o nicknames podemos relacionarnos e intercambiar opiniones libremente con otros usuarios en redes sociales, foros de discusión, blogs, chats o juegos en línea. Pero esto también representa un riesgo en sitios con fuerte presencia de niños, niñas y adolescentes que no ofrecen medidas de seguridad óptimas para ellos: la presencia de adultos que ingresan en estos espacios haciéndose pasar por pares con el objetivo de ganar su confianza y acosarlos sexualmente. En la jerga de Internet, este delito recibe el nombre de grooming –derivado del verbo en inglés to groom, preparar– y se define como el proceso de captación y manipulación de menores on line con fines sexuales.
En líneas generales, el grooming tiene tres objetivos: concertar un encuentro real con el menor para concretar un abuso; el acoso virtual mediante relatos eróticos; y distribución de imágenes pornográficas y obtener material multimedia: fotografías o videos a través de la cámara web en situación de desnudez. A diferencia de otros ilícitos virtuales que tienen lugar en lugares públicos como cibers y locutorios, este delito se comete generalmente en ámbitos privados y domicilios particulares, fundamentalmente a partir del riesgo de exposición del material a terceros.
Existen también aquellos que utilizan las aplicaciones de Internet para obtener pornografía infantil, no para consumo personal, sino para la venta del material a pedófilos y/o proveer a mercados negros virtuales donde se puede encontrar este tipo de servicio”. En este sentido es importante señalar que algunos de estos acosadores se aprovechan de una nueva tendencia entre los adolescentes a partir del uso de nuevas tecnologías: el sexting. Así se denomina a la retratación y el intercambio de imágenes sexuales o textos eróticos a través de teléfonos celulares por parte de adolescentes. Para muchos de ellos, Internet es parte de su proceso de desarrollo donde establecen relaciones con sus pares y construyen su identidad social, sexual y emocional. En este sentido, lo que comienza como un juego entre parejas luego puede reenviarse a un público más amplio.
Según un informe de Unicef de 2012 realizado en países occidentales, el perfil promedio de las imágenes de los menores de edad fotografiados o grabados son preadolescentes, mujeres de tez blanca, con edades que van de 1 a 10 años. El estudio indica además que la mayoría de quienes cometen este delito no son desconocidos, sino personas que frecuentan el entorno de la víctima, sea familiar, tutelar o que establecen cierta cercanía con el menor.
En términos de prevención, es fundamental que los gobiernos trabajen juntamente con las empresas de servicios de Internet para generar entornos seguros, generando canales de denuncia frente a posibles casos de acoso en línea, exigiendo a las empresas que generen mecanismos adecuados para supervisar la presencia de adultos en el intercambio con menores de edad y establecer la presencia de moderadores en charlas, entre otras medidas. Se recomienda a los padres tomar medidas preventivas como situar las computadoras en entornos visibles –no en las habitaciones de los niños–, dialogar con ellos acerca de sus actividades en la red o instalar programas de control parental no invasivos en sus computadoras capaces de filtrar determinados accesos de los menores a sitios web y bloquear la posibilidad de determinados chats en la PC.

Cómo empieza el grooming de niños
El grooming es un proceso que suele durar semanas o incluso meses. Por lo general, puede seguir los siguientes pasos:
1- El adulto elabora lazos emocionales y de amistad con el niño (a), fingiendo ser otro niño. Empieza una relación a que llamamos engatusamiento, de contacto, de conocimiento, en la que la finalidad del adulto es una cita con ese menor que puede acabar con un abuso sexual.
2- El adulto conquista la confianza del niño (a) y a través de ello, consigue datos personales y de contacto del menor.
3- El adulto intenta establecer un encuentro físico con el menor de dos formas:
- El adulto seduce al menor, enseñándole imágenes de contenido sexual e invita al menor a que también le envíe fotos suyas. Una vez conseguida imágenes comprometidas del menor, el adulto empieza el ciberacoso, chantajea al menor para conseguir un contacto físico.
- El adulto engaña al menor. El adulto busca conocer a los intereses del niño o niña. Si él ve que el interese del niño es por fútbol, o él se hace pasar por un entrenador de fútbol que está interesado en fichar pequeñas estrellas del fútbol o sigue siendo un niño y dice que su tío es entrenador de fútbol y que él podría concertarle una cita con él. Y si el tema que más le guste al niño (a) es el cine, el acosador se hace pasar por productor de cine, o dice que tiene un tío que lo es, llegando incluso a pedir una cita física para concretar el encuentro.

Qué pueden hacer los padres contra el grooming de niños
- Controlar el uso de Internet y de las cámaras web por los niños.
- Situar el ordenador en zonas comunes de la casa.
- Educar a los niños. Enseñar y pedir a ellos a que nunca contacten con desconocidos o faciliten información privada a través de Internet.
- Pedir a los hijos a comunicar cualquier problema que noten, dejándoles claro que no importa lo que hayan hecho, ya que siempre les van a apoyar.
Aparte de eso, existen organizaciones que utiliza personas infiltradas como menores para identificar a estos adultos y pasar la información a la policía. Por otro lado, también existen software o programas que permiten vigilar lo que hacen los niños en los chats y en mensajería instantánea.



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