Blindajes, Negocio con futuro

México DF.
Los altos niveles de inseguridad del país han disparado el crecimiento de este sector y lo han situado en el segundo puesto en Latinoamérica, por detrás de Brasil y superando a los negocios de blindaje colombianos y venezolanos.
Ernesto Mizrahi, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Blindado de Automóviles (AMBA), asegura que fabrican una media de entre 35 y 40 vehículos mensuales, cuando en sus inicios hace 13 años, apenas llegaban a los 4 automóviles al mes. Esta asociación engloba a siete empresas de blindaje que cubren el 60% de las ventas totales del mercado.
“El riesgo lo tenemos por vivir en un país con muchas complicaciones en la seguridad y no por ser quienes somos”. Con esta contundente sentencia, el señor Mizrahi explica el cambio que ha sufrido la clientela en los últimos años. La iniciativa privada fue la que surtió de trabajo a las blindadoras en un primer momento. Sin embargo, desde hace tres años, los ingresos provienen sobre todo de las inversiones del gobierno y no cabe duda del porqué de la transformación, según Mizrahi: “Las noticias nos han señalado que ahora ya es una lucha directa del ‘narco’ contra las autoridades policiacas, marina y ejército”.
Además, debido a que la seguridad ya no depende tanto del estatus de las personas dentro de la sociedad, el tipo de clientela está conformando un abanico mucho más amplio, que rebasa tanto a los altos empresarios como al gobierno: “Cada vez tenemos más gente de nivel medio que, con ciertos planes de financiamiento, pueden lograr tener un blindaje, ya que ésta es la única opción para estar tranquilos en las calles”.
El nivel 5 es el más demandado
Hasta 40 impactos de bala se pueden contar en el vehículo. Aun así, sus ocupantes salieron ilesos del ataque sufrido en Tijuana. Ahora, el automóvil espera en el rincón de un local de la Ciudad de México para ser reparado por AMBA, que fue la encargada de blindarlo. La protección de nivel cinco salvó la vida de estas personas y actualmente es la más demandada “debido a que el armamento de los delincuentes muchas veces supera al de las propias autoridades policiacas y militares”, explica Mizrahi. Este blindaje supone una inversión que oscila ente los 75 y 80 mil dólares, dependiendo del modelo del vehículo, y permite hacer frente a un ataque perpetrado con armas largas, como el famoso ‘cuerno de chivo’ o AK-47 y fusiles AR-15.
Aparte del cinco, que es el máximo nivel comercial, existen otros dos: el nivel tres, para armas cortas y con un costo de 35 a 40 mil dólares, y el cuatro, que puede hacer frente a los disparos de un AK-47 y cuyo precio va de 70 a 75 mil dólares.
Al igual que las personas de Tijuana, existen otros casos en los que se demuestra la efectividad de estos blindajes. Hiram Ordóñez, encargado del departamento de prensa de AMBA, recuerda el ataque sufrido por la Secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, Minerva Bautista, el 25 de abril de 2010. Más de 100 disparos y dos granadas de fragmentación impactaron en su vehículo pero, aunque resultó herida de bala, consiguió salvar su vida.