‘Nos tratan como unos criminales’

CD. VICTORIA, TAMPS
Una infracción de tránsito fue el motivo para que José Manuel Arriaga Figueroa, de origen guerrerense, y quien apenas había vivido un año en Houston, Texas, fuera “cazado” por autoridades migratorias de Estados Unidos.
Había abandonado su estado natal, donde se dedicaba a ser taxista, para arribar a una ciudad de la cual no conocía el idioma y se le presentó la oportunidad de trabajar como carpintero; sin embargo, un error provocó que su anhelo de conseguir el sueño americano terminara con la privación de su libertad.
Pasó ocho meses encerrado en un centro de atención a migrantes, luego de que un elemento policiaco lo detectara cometiendo una infracción.
“Un policía me envió a migración, lo que siguió es que me llevaron a un centro de atención a migración; como ya tenía récord, me jaló la federal, hice ocho meses en la federal por reentre (reingresar al país)”, comentó.
“La verdad estuvo duro porque te privan de todo, es muy difícil estar ahí, me cobraban y querían que volviera a pagar una sanción anterior, lo que pasa es que yo cometí un delito anteriormente y estaba arreglando mis papeles por mi esposa americana y mis hijos”, agregó José Manuel.
Debido a que las leyes estadunidenses establecen que una persona ilegal que es deportada y reingresa de la misma forma se convierte en delincuente, elementos de la Oficina de Detención y Deportación (ICE, por sus siglas en inglés) lo detuvieron por segunda ocasión, luego que en 2012 fue su primera detención.
Intentó regresar y querían que pagara por el mismo delito por segunda ocasión, no obstante que estuvo encerrado 10 meses, y asegura que con la llegada de Trump, la situación para los migrantes ilegales está cada vez peor. “A la gente la están deteniendo y deportando no importa el caso, si tienes residencia o no, cualquier cosita está muy fuerte”, recalcó.
“Lo tratan como si uno fuera un criminal, te esposan, no te dan comida, no te dan agua y vienes seis horas de Houston a Nuevo Laredo; te maltratan como si no fueras persona, hay mejor trato en México”, subrayó.
Tal cual si fueran delincuentes, le son retirados cinturón, cadenas, agujetas y todo artículo que pudiera representar un riesgo para la persona y las autoridades.