Algodón, una oda para la creatividad de diseñadores mexicanos

Diseñadores mexicanos consideran que el algodón es un gran aliado en procesos responsables con el medio ambiente. Elijo el algodón porque es un material muy versátil, fresco cuando hace calor, para cubrir el cuerpo cuando hace frío, es accesible y viene en distintos grosores y caídas”, dice la diseñadora Gabriela Martínez.

Y si bien la ropa de algodón contribuye al cuidado del Planeta por tratarse de una fibra natural, que viene de la tierra, y que es biodegradable, para la creadora de la firma de Ofelia y Antelmo”, una de las características que más valoró es su resistencia.

Precisamente para reconocer a diseñadores mexicanos que hacen del algodón su principal materia prima como Gabriela Martínez, surgió Diseñando Futuro”.

De Ofelia y Antelmo” nos cuenta Gabriela, es una oda al bordado a mano, es un proyecto que lleva el nombre de mis abuelos, porque con él quise horrar a mi familia y la estructura en la que crecí”.

Gabriela Martínez es una de esas diseñadoras que empieza a marcar tendencia no sólo por sus prendas; también porque siempre busca materiales suaves, resistentes y de fácil manejo.

Ella, como muchos otros, consideran que el algodón es un gran aliado en los procesos responsables con el medio ambiente, de ahí que lo consideren como un material básico en sus diseños.

Y justo, los beneficios del algodón y la sostenibilidad que ofrece, se refleja en la ropa de Gabriela. Por ejemplo, el hilo que usa para sus bordados es de algodón lo cual, dice, es más fácil de manejar y esa es una ventaja importante en el momento de crear texturas sobre la tela.

Las telas de algodón le permiten crear prendas versátiles, pensadas para climas fríos y calurosos; pero además al ser un material resistente, su ropa puede heredarse de generación en generación; como le ha sucedido a Gabriela pues tiene mucha ropa que le dio su abuela y que sigue casi intacta.

Y como uno de los principales mensajes del programa Diseñando Futuro” es el cuidado del Planeta, Gabriela Martínez aprovecha cada uno de los retazos que le sobran luego de confeccionar una prenda, siendo en los talleres de bordado que imparte donde utiliza ese material sobrante.