A consecuencia del cáncer de mama —al día— 21 mujeres mexicanas perdieron la vida el año pasado, de acuerdo con el último estudio preliminar Estadísticas de Defunciones Registradas correspondientes a 2021 del Inegi, que reportó 7 mil 925 muertes por este tipo de neoplasia, por lo cual, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de fallecimientos de mujeres en etapas productivas en nuestro país.
Además, en lo que va del 2022, con 15 mil 409, los casos diagnosticados ya superaron a los registrados durante todo 2021, donde en total se reportaron 11 mil 660, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, recabados hasta el pasado 1 de octubre.
Las tres entidades que concentraron el mayor número durante los últimos 9 meses fueron: Ciudad de México, con 2 mil 584; Jalisco, con 2 mil 021 y Veracruz, con mil 453.
Sumado a lo anterior, de acuerdo con especialistas, 3 de cada 10 mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama padecían obesidad o sobrepeso, lo que convierte a ambos padecimientos, junto con otras alteraciones metabólicas, en detonantes de tumores malignos y mortales, debido a que más de 60 % se atienden en etapas avanzadas.
La situación se agrava, porque la Ensanut 2021 sobre covid-19 reportó que 75% de las mujeres de 20 años o más tiene obesidad o sobrepeso, lo cual hace susceptible a este sector de la población de sufrir una tumoración maligna en los senos, señaló en una entrevista Alejandro Zentella Dehesa, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Conforme más tejido adiposo se tiene hay más capacidad de crear hormonas femeninas y éstas van a afectar la progresión del cáncer.
“Y adicionalmente el tejido adiposo va a secretar hormonas que están dedicadas al control del metabolismo energético del cuerpo. Pero resulta que estas hormonas que normalmente secreta el tejido adiposo también son capaces de promover la progresión y la resistencia de las células tumorales, entonces al menos estos dos factores independientes pueden explicar por qué el sobrepeso y la obesidad se asocian a una mayor incidencia de cáncer de mama en las mujeres”, detalló.
Zentella Dehesa, doctor en bioquímica con posdoctorado en biología celular del cáncer, añadió que además de otras condicionantes hereditarias, todas las alteraciones metabólicas relacionadas con el incremento de peso representan un factor de riesgo para sufrir cáncer de mama, incluso antes de los 40 años.
La hipertensión, resistencia a la insulina, la diabetes, la elevación del colesterol y los triglicéridos van a coexistir con un riesgo incrementado de desarrollar cáncer de mama. En otras palabras, este grupo de pacientes tienen dos o más enfermedades mortales que deben atenderse.
“Además, el estilo de vida es un factor que influye para que se pueda presentar cáncer más tempranamente”, señaló.
40% DE LOS CASOS DE CÁNCER SE PUEDEN PREVENIR CON ESTILO DE VIDA SALUDABLE
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, Diana Fabiola Flores Díaz, oncóloga médica del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), confirmó a Excélsior que, por cada diez mujeres con cáncer de mama, por lo menos 3 tienen obesidad o sobrepeso.
Enfatizó, que, además de los factores ligados al síndrome metabólico, el principal riesgo para padecer una neoplasia maligna en los senos es el hecho de ser mujer, por lo cual, la detección temprana es la clave para hacer la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo si se tienen familiares con cualquier tipo de cáncer.
Añadió que en México alrededor del 40% de los casos de cáncer, incluyendo al de mama, se podría prevenir con un cambio en al estilo de vida, aunque se debe tener en consideración que existen otros factores, como, por ejemplo, la herencia y los genes.
La población mexicana tiene una predisposición al síndrome metabólico, que generalmente se acompaña de una resistencia a la insulina y ésta es la que favorece el desarrollo de tumores, no solamente de cáncer de mama, sino de otros tipos de cáncer como colorrectal o el del endometrio, porque cuando hay insulina en niveles muy altos estimula a crecer el cuerpo, y si ya hay una célula afectada, crece el tumor.
Estos factores de crecimiento similares a la insulina se han relacionado con el desarrollo de varios tipos de tumores, uno de los más importantes es el cáncer de mama.
“Se calcula que aproximadamente el 40% de todos los casos de cáncer se podría disminuir con un buen estilo de vida como hacer ejercicio, tener un peso saludable y una alimentación adecuada”, señaló Flores Díaz.
DEFUNCIONES POR CÁNCER DE MAMA, SEGÚN GRUPOS DE EDAD DE LA MUJER
Tres grupos de edad en mujeres fueron los que concentraron el mayor número de muertes: el de 65 años y más, con 3 mil 8 casos (38.0%); de 55 a 64 años, con 1,994 casos (25.2%), y el de 45 a 54, con 1,816 casos (22.9%).
¿En qué consiste este estudio?
El estudio consiste en tomar dos radiografías de cada mama:
1. De los lados.
2. Arriba hacia abajo.
La exploración se realiza durante 15 minutos y causa molestias que son tolerables ya que se requiere comprimir el pecho. No todos los resultados anormales significan cáncer; de cada 10 mujeres con mastografía anormal, sólo una tiene cáncer.
Existen dos tipos de mastografía:
1. La mastografía de detección oportuna, también conocida como de tamizaje, que se usa en mujeres que no tienen signos ni síntomas de cáncer de mama.
2. La mastografía diagnóstica se recomienda en mujeres después de que se detecta alguna bolita o abultamiento, o algún otro signo o síntoma de cáncer de mama
Recomendaciones para el día de la mastografía
1. Acude a que te realicen el estudio vestida con ropa cómoda de dos piezas (blusa y pantalón o blusa y falda) así no habrá necesidad de quitarte toda la ropa el día de tu estudio.
2.- Bañarte y no ponerte desodorante ni talco; esto es importante porque la mayoría contienen minerales que no dejan ver con claridad las imágenes de rayos X.
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