Elon Musk despidió inmediatamente al director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, así como al director financiero, Ned Segal, y a la encargada de asuntos jurídicos, Vijaya Gadde, según The Washington Post.
Musk también quiere reforzar la lucha contra los spams e hizo referencias crípticas a “X“, su visión de una aplicación global que incluya mensajería, redes sociales, servicios financieros... como lo hace WeChat en China.
Tras la compra, “la cultura de la empresa podría cambiar en profundidad, y rápidamente“, resaltó Adam Badawi, profesor de derecho en la universidad de Berkeley.
Según un artículo del Washington Post de la semana pasada, Musk informó a inversionistas que esperaba, a largo plazo, despedir al 75% de los 7 mil 500 empleados de Twitter.
“Eso fue un golpe para mucha gente“, declaró bajo anonimato uno de los empleados a la AFP.
Según cifras internas de la compañía, más de 700 empleados ya han dejado el grupo californiano desde junio. “Son más bien salidas voluntarias, bien sea
por razones éticas, o por razones puramente financieras. Porque una empresa que no cotiza es menos interesante“, indicó, en referencia al interés de Musk por sacar a Twitter de la bolsa de valores.
El multimillonario declaró a principios de mes que es “esencial“ que otra de sus empresas, Tesla, cotice en Wall Street, “porque si al público no le gusta lo que hace Tesla, el público puede comprar acciones y votar de manera distinta“.
“Es muy importante que no pueda solamente hacer lo que yo quiero“, agregó entre risas.
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