Los padres a menudo se preocupan por los impactos dañinos de los videojuegos en sus hijos, desde su salud mental hasta problemas sociales y la falta de ejercicio, pero un nuevo gran estudio publicado en JAMA Network Open indica que hay beneficios cognitivos asociados a este popular pasatiempo.
Su autor principal, Bader Chaarani, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Vermont, y sus colegas, analizaron datos del gran estudio en curso Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD, en inglés), financiado por los Institutos Nacionales de Salud.
Los investigadores se centraron en las respuestas del estudio, en los resultados de pruebas cognitivas y en imágenes cerebrales de unos 2 mil niños de 8 a 9 años divididos en dos grupos: aquellos que nunca jugaban videojuegos y los que jugaban tres o más horas diarias.
Cada grupo fue evaluado en dos tareas. La primera involucraba ver flechas apuntando a la derecha o a la izquierda y pedir a los niños que presionaran la dirección de cada flecha tan rápido como pudieran.
También se les pidió no presionar nada si veían una señal “stop”, para medir que tan bien podían controlar sus impulsos.
En la segunda tarea se les mostraban caras de personas y luego se les preguntó si una imagen mostrada posteriormente coincidía o no, para probar su memoria de trabajo.
Luego de usar métodos estadísticos para controlar las variables que podrían sesgar los resultados, como los ingresos de los padres, el coeficiente intelectual y síntomas de la salud mental, el equipo encontró que los ‘gamers’ se desempeñaban mejor en ambas tareas.
Mientras ejecutaban las pruebas, se escanearon los cerebros de los niños mediante resonancia magnética funcional (fMRI). Los cerebros de aquellos que jugaban videojuegos mostraron más actividad en regiones asociadas con la atención y la memoria.
““Los hallazgos son consistentes respecto a que los videojuegos mejoran las habilidades cognitivas que involucran la inhibición de la respuesta y la memoria de trabajo”, concluyeron los autores en su estudio.
Entre los puntos clave de este trabajo, los investigadores destacan que “estos hallazgos sugieren que los videojuegos pueden estar asociados con habilidades cognitivas mejoradas”.
El estudio continúa
Justo ahora no es posible saber si un mejor rendimiento cognitivo impulsa a jugar más, o si es su resultado, dice Chaarani, quien dijo a la AFP que el tema le atraía naturalmente por ser un habitual jugador y a la vez experto en neuroimágenes.
Una investigación anterior se enfocó en los efectos negativos, relacionando el jugar videojuegos con depresión y agresividad creciente.
Sin embargo, estos estudios estaban limitados por su relativamente pequeño número de participantes, en especial los que involucraban imágenes cerebrales, dijo Charaani.
Los investigadores esperan tener una respuesta más clara conforme el estudio sigue y examinan de nuevo a los mismos niños a edades mayores.
Esto también ayuda a excluir otros factores potenciales al jugar tales como el medio ambiente del hogar, el ejercicio y la calidad del sueño.
Estudios futuros también podrían beneficiarse al saber los géneros de video juegos que estaban jugando los niños, aunque a los 10 años se inclinan por juegos de acción como Fortnite o Assassin’s Creed.
“Por supuesto, el excesivo uso de tiempo en pantalla es malo para la salud mental en general y la actividad física”, aclara Chaarani.
Pero los resultados del estudio mostraron que los videojuegos pueden ser un mejor uso de pantallas que solo ver videos en Youtube, lo cual no tiene efectos cognitivos identificables.