Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, padecimiento que en la última década se posicionó como la segunda principal causa de muerte en México, desplazada en 2020 y 2021 al tercer sitio por la covid-19; aunque se espera que, ante la disminución de los decesos por la pandemia, en 2022 sea una vez más la segunda causa.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre los 20 años que van de 2002 a 2021, hay un registro de 1 millón 776 mil 73 defunciones por diabetes mellitus. Si se divide este periodo en cuatro segmentos, lo que se encuentra es que, entre 2002 y 2006, el promedio anual de decesos por esta causa fue de 62 mil 388 casos.
Para el periodo de 2007 a 2011, el promedio anualizado se incrementó a 77 mil 521; para el periodo de 2012 a 2016, el promedio anual creció una vez más a 94 mil 529 decesos; mientras que, entre 2017 y 2021, el promedio por año fue de 120 mil 776, es decir, 331 casos por día; pero si se tiene en cuenta sólo los dos años del periodo más agudo de la pandemia, el promedio es de 145 mil 874 casos por año, es decir, un promedio diario de 400 decesos por diabetes mellitus.
LA EPIDEMIA DE LA DIABETES
En la edición continua de la ENSANUT se ha detectado que al menos 12 millones de personas podrían tener diabetes en México; de ellas, una muy alta proporción no han sido diagnosticada con la enfermedad. En medio de la crisis de la pandemia, la problemática se agudizó y fallecieron entre 2020 y 2021, casi 300 mil personas por esta enfermedad; las cifras más altas jamás registradas en México, que elevan la tasa de mortalidad por esta causa a casi el doble de lo registrado 15 años atrás. La fractura del sistema de salud está cobrándonos una factura demasiado cara.
LA RUTA DE LA TENDENCIA
Los datos del Inegi muestran que también la tasa de defunciones por diabetes ha tenido aumentos significativos.
En efecto, en el año 2011, la tasa de defunciones fue de 7 decesos por cada 100 mil habitantes; para el año 2015 la tasa había crecido a 8.1 casos por cada 100 mil personas; llegó a 8.6 en 2016 y 2017; descendió a 8.1 y 8.2 en los años 2019 y 2020; pero se disparó a la cifra récord de 11.9 decesos por cada 100 mil personas en el año 2020 y a 11 por cada 100 mil en el año 2021.
TASAS MÁS ELEVADAS
Para el año 2021, las entidades que tuvieron la mayor tasa de mortalidad por diabetes fueron Puebla y Veracruz, con 15.7 y 15.6 defunciones por cada 100 mil personas. Le siguen Tlaxcala con 14.5; el Estado de México, 14.1; Tabasco y Oaxaca con 13.5 en cada uno de ellos.
LA OBESIDAD NUESTRA DE CADA DÍA
Uno de los principales precursores de la diabetes es vivir con sobrepeso y obesidad; esto, independientemente de los factores genéticos de las personas. Lo anterior es resultado y no sólo de temas relacionados con la salud, sino, ante todo, con la pobreza y desigualdades que imperan en México. Ante un sistema alimentario desestructurado, a las personas en pobreza no les queda más que consumir calorías de baja calidad y de alto costo. A ello se debe añadir un entorno territorial hostil que dificulta que las personas se ejerciten o realicen deporte de manera regular. Con todo ello, la realidad es incontrovertible: la obesidad está llevando a la tumba a miles de personas cada año, lo cual es reprobable pues es una cuestión que podría evitarse si hubiese la voluntad política y la capacidad requerida para gobernar bien.
UNA BAJA DETECCIÓN
Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT Continua), muestra que, en el año 2021, únicamente 9.6% de la población mayor de 20 años acudió a detección de diabetes.
De acuerdo con la propia encuesta, 5.4% de la población mayor de 20 años tendría diabetes mellitus, proporción que se eleva a casi el triple, es decir, a 15.8%, cuando la prueba se realiza con base en pruebas de sangre venosa.
Es importante destacar que la proporción de personas que han acudido a realizarse pruebas de detección de diabetes ha caído drásticamente en los últimos 10 años.
En efecto, en 2012 la proporción fue de 23.7%; en 2018 fue de 15.3%; mientras que en 2021 fue del ya mencionado 9.6 por ciento.
Lo anterior tiene una relación directa con la prevalencia de la obesidad: 7.8% de las niñas y niños preescolares presentan esa problemática; la proporción es de 18.6% entre las niñas y niños de 5 a 11 años; entre las y los adolescentes de 12 a 19 años la prevalencia es de 18.2%; mientras que en adultos es de 75 por ciento.
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