Filipinas
Una pizarra de anuncios estimó cuatro mil personas muertas después de azotar el tifón.
La cifra de muertos ocasionados por el tifón que golpeó el centro de Filipinas se duplicó a 4 mil, en momentos en que los helicópteros estadounidenses y buques de guerra comenzaban a transportar alimentos, agua y equipos médicos a las regiones devastadas.
Una pizarra de anuncios del municipio de Tacloban estimó en 4 mil el número de muertes, frente a los 2 mil del día anterior, sólo en esa ciudad. Horas después, el alcalde de lugar, Alfred Romualdez, se disculpó y dijo que el número correspondía a todo el centro de Filipinas.
La cifra, escrita con marcador azul en una pizarra blanca sobre un caballete, es compilada por los funcionarios locales, que ayer comenzaron a enterrar los cuerpos en una fosa común y es el primer reconocimiento público de que el número de víctimas fatales probablemente es muy superior a la estimación dada esta semana por el presidente Benigno Aquino, quien dijo que la pérdida de vidas por el tifón Haiyan estaría más cerca de 2 mil o 2 mil 500.
Las muertes confirmadas de manera oficial en todo el país subieron en más de mil en un día, y hoy alcanzaron las 3 mil 621, una semana después de que uno de los tifones más potentes de los que se tenga registro arrasara el centro de Filipinas.
Aquino ha sido criticado por el lento ritmo en la distribución de ayuda y por las estimaciones poco claras de víctimas fatales, especialmente en Tacloban, capital de la golpeada provincia de Leyte.
Romualdez dijo que algunas personas pudieron haber sido arrastradas hacia el mar y que sus cuerpos podrían haberse perdido después de que un muro de agua similar a un tsunami se estrelló contra las zonas costeras. Un barrio que tenía una población de entre 10 mil y 12 mil personas ahora está completamente desierto, señaló el alcalde de Tacloban.