Baltimore, Md.
Los manifestantes saquearon locales y arrojaron ladrillos y piedras contra elementos de la policía.
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, declaró estado de excepción y activó a la Guardia Nacional para que ayude a controlar los disturbios en Baltimore.
Manifestantes saquearon locales y arrojaron ladrillos y piedras contra elementos de la policía de Baltimore, lastimando a varios de ellos, horas después de que miles de personas asistieran el lunes al funeral del hombre que falleció de una severa lesión vertebral mientras estaba bajo custodia policial.
Varios autos y al menos una tienda fueron incendiados. Además, los Orioles de Baltimore pospusieron su partido y siete policías resultaron heridos.
Algunos de los oficiales sufrieron fractura de huesos, mientras que uno de ellos perdió el conocimiento, informó el capitán Eric Kowalczyk.
Imágenes de televisión mostraron una patrulla incendiada y varias tiendas siendo saqueadas por pequeños grupos de gente. Algunos oficiales, equipados con casco y escudo, utilizaron gas pimienta en un esfuerzo por contener a los saqueadores.
Un helicóptero sobrevoló la zona mientras grupos de alborotadores recorrían la ciudad. Uno de esos grupos se introdujo en un auto y condujo alrededor de la zona. Algunos oficiales se mantuvieron en formación para contener a los manifestantes.
Los disturbios del lunes son el más reciente incidente provocado tras la misteriosa muerte de Freddie Gray, cuyo fatal encuentro con la policía vino en medio de un debate nacional sobre el uso policiaco de la fuerza, especialmente cuando se trata de sospechosos negros. Gray era afroestadunidense.
La familia de Gray quedó sorprendida por la violencia. Esperaban organizar una marcha pacífica durante la semana, informó el abogado de la familia, Billy Murphy. Dijo desconocer que iba a haber disturbios y solicitó que prevaleciera la calma.