Tamara Banks, de 41 años y residente de Ohio, Estados Unidos, fue sentenciada a 13 años y medio de prisión esta semana por homicidio involuntario después de admitir haber causado la muerte de su hija de 4 años, Karmity Hoeb, en enero de 2022. La pequeña falleció en el Hospital Infantil de Cincinnati debido a complicaciones relacionadas con la diabetes tipo 1 no tratada.
El padre de la niña, Christopher Hoeb, de 53 años, también se declaró culpable de homicidio involuntario y será sentenciado el 11 de junio. Banks se declaró culpable en marzo, lo que resultó en la retirada de otros cargos, incluido el asesinato y poner en peligro a un niño. Los fiscales afirmaron que la pequeña no recibió la atención médica y la nutrición adecuadas.
Los días previos a su muerte, Karmity mostraba síntomas graves de una enfermedad, pero sus padres no buscaron ayuda médica ni la llevaron a una sala de emergencias. Llamaron al 911 cuando la niña dejó de respirar. Aunque los médicos pudieron reanimarla brevemente, los escáneres revelaron que tenía muerte cerebral. La causa de la muerte de Karmity fue cetoacidosis diabética, extendida a su cerebro.
Además de la diabetes, la niña sufría de problemas dentales debido a su dieta, principalmente compuesta del refresco popular 'Mountain Dew', que contiene altos niveles de azúcar. Los fiscales también señalaron que Karmity fue alimentada con biberones con dicha bebida de manera prolongada y nunca fue llevada al dentista. Banks tenía otros hijos mayores con problemas similares, incluido un hijo con diabetes.
El juez Victor Haddad, en la audiencia de sentencia, mencionó la condición previa del hijo como una razón por la que Banks debería haber comprendido la importancia del cuidado médico adecuado para Karmity.