Un correo con un contenido aparentemente inofensivo se convirtió en una trampa mortal para un oficial penitenciario en California, desencadenando una investigación que ha llevado a la detención de tres personas.
El incidente ocurrió en la Penitenciaría de los Estados Unidos en Atwater, una prisión federal de alta seguridad. Según la Fiscalía Federal del Distrito Este de California, el oficial murió después de abrir una carta enviada a un recluso llamado Jamar Jones, de 35 años. La carta, aparentemente legal, contenía cinco pedazos de papel "ceroso" que, al parecer, estaban impregnados de drogas.
La carta, enviada por Jermen Rudd III, de 37 años, residente de Wentzville, Missouri, y Stephanie Ferreira, de 35 años, de Evansville, Indiana, estaba diseñada para introducir drogas en la prisión. Jones planeaba venderlas a otros reclusos. El oficial que abrió la carta comenzó a sentirse mal minutos después, falleciendo posteriormente en el hospital. Un segundo oficial también se sintió mal después de manipular la carta, pero se recuperó.
La carta dio positivo en pruebas para anfetaminas y cannabinoides sintéticos, entre otras sustancias. La autopsia determinó que la causa de la muerte del oficial era "indeterminada" mientras se esperan los resultados de toxicología. Las autoridades confirmaron que no se hallaron causas obvias de muerte aparte del contacto con las drogas. El nombre del oficial no ha sido revelado. Jones, Ferreria y Rudd fueron arrestados y acusados el martes tras una investigación conjunta.