La carrera presidencial de Robert F. Kennedy Jr. ha estado marcada por altibajos, pero su nombre de familia no fue suficiente para asegurarle la presidencia. Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, ha señalado que Kennedy Jr. no logró "capitalizar" el legado familiar en su intento electoral.
Sabato, reconocido por su análisis político en el programa 'Sabato's Crystal Ball', comentó que la magia del apellido 'Kennedy' se quedó en la década de los 60's, sin traspasar al siglo XXI. A pesar de comenzar su campaña como demócrata, Kennedy se movió al terreno independiente, logrando un apoyo que rondaba el 10% en las encuestas. Sin embargo, su camino se vio truncado cuando anunció el viernes pasado que suspendería su campaña y respaldaría al candidato republicano, Donald Trump.
Según Larry Sabato, la popularidad de Robert F. Kennedy Jr. cayó tras la entrada de Kamala Harris en la contienda presidencial. Sabato indicó que, mientras Kennedy comenzó con un 15% de apoyo, llegando hasta un 20%, actualmente su apoyo es de alrededor del 5% o 6% en algunos estados, con una reciente encuesta de televisión situándolo en un 2%.
El analista político también descartó la idea de que los simpatizantes de Kennedy automáticamente migrarían hacia Trump: "Para aquellos que piensan que su respaldo a Trump le otorgará un 2% adicional en las encuestas, no conocen mucho de política. No funciona de esa manera", explicó.
La campaña de Trump ha divulgado un memorándum de su encuestador Tony Fabrizio, que sugiere que el expresidente ganaría la mayoría de los votos de Kennedy en una contienda directa contra Harris. Sin embargo, Sabato opina que solo una parte de los seguidores de Kennedy se inclinaría hacia Trump, mientras que otros podrían votar por Harris o un candidato de un tercer partido.