El juicio comenzó el lunes 16 de septiembre en el condado de Rankin, donde se presentaron grabaciones, testimonios y declaraciones de la fiscalía y la defensa.
El caso ha generado gran interés debido a la edad de la acusada y las circunstancias del crimen. Según la evidencia presentada, Carly Gregg llegó a su domicilio el 19 de marzo de 2024 y se dirigió al dormitorio de su madre para tomar una pistola Magnum .357 que se encontraba debajo del colchón. Luego, caminó por la casa con el arma en la espalda y llegó al dormitorio de su madre, donde discutieron. Carly apuntó con el arma a su madre y le disparó tres veces.
Después del tiroteo, Carly regresó a la cocina, donde envió un mensaje a su padrastro informándole del incidente. También contactó a una amiga, a quien le preguntó: "¿Alguna vez has visto un cadáver? ¿Te da asco?". La amiga de Carly, quien no fue identificada por ser menor de edad, testificó que Carly le dijo: "Mi mamá está ahí", y le mostró el cuerpo de Ashley Smylie con los brazos cruzados y una toalla sobre la cabeza.
Heath Smylie llegó a la casa después del tiroteo y recibió un disparo en el hombro mientras forcejeaba con Carly por el arma. La adolescente huyó por el jardín trasero y fue arrestada horas después.
El tribunal rechazó una moción para transferir el caso al Tribunal de Menores, tras declarar problemas de salud mental de la adolescente. Los fiscales dijeron que Carly consumía marihuana por voluntad propia, además de mencionar que tenía una vida secreta en las redes sociales y un supuesto novio.
Durante su comparecencia inicial ante el tribunal, Carly Gregg se declaró no culpable de los cargos de asesinato e intento de asesinato. Un juez fijó una fianza de $1,000,000 de dólares, y desde marzo se encuentra detenida en el Centro de Detención de Adultos del Condado de Rankin. En agosto, la adolescente rechazó un acuerdo de culpabilidad.
Si resulta culpable, Carly Gregg podría enfrentarse de 20 años hasta cadena perpetua de prisión en el Departamento Correccional de Mississippi (MDOC).