Esta medida, impulsada por el gobernador Gregg Abbot, busca determinar los gastos en atención médica que generan las personas indocumentadas en Texas. El gobernador Abbott, siguiendo los pasos de California, ha implementado un cuestionario para los migrantes que acudan a hospitales para recibir atención médica.
Los pacientes deberán responder sobre su estatus migratorio en Texas al momento de ser atendidos. Esta iniciativa busca identificar a las personas que se encuentran en el país sin autorización legal y determinar el impacto económico que tienen en el sistema de salud del estado.
Según Abbott, "los texanos no deberían de tener que soportar la carga de financiar la atención médica de los inmigrantes ilegales". El gobernador argumenta que Texas enfrenta altos costos de salud debido a la alta demanda de servicios de salud por parte de migrantes indocumentados, lo que impacta directamente en el bolsillo de los contribuyentes.
La medida aplicará a todos los hospitales inscritos en Medicaid, Programa de Seguro Médico para Niños y centros de atención médica identificados por la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas.
Esta iniciativa ya se aplica en otros estados como California, donde se implementó a partir de 2023, revelando datos sobre la cantidad de inmigrantes indocumentados que son atendidos en hospitales y la carga que representan en el sistema de salud.