En este caso, la historia se desarrolla en el Aeropuerto Intercontinental George Bush (IAH) de Houston, donde oficiales de la CBP encontraron una silla de ruedas motorizada con un secreto bien guardado. A finales de septiembre, la CBP hizo una inspección rutinaria de una silla de ruedas. Pero, ¿qué era eso? Los cojines parecían demasiado grandes. La curiosidad y la intuición llevaron a los oficiales a someter la silla a un examen con rayos X. ¡Y sorpresa! Lo que encontraron fue un compartimento de metal oculto en el respaldo y los cojines del asiento.
Dentro del compartimento, cuidadosamente empacados, había 11 paquetes con un contenido sospechoso. La naturaleza del compartimento, que no era parte del diseño original de la silla, y el comportamiento del pasajero levantaron más sospechas. La participación de perros entrenados (K9) confirmó la presencia de sustancias ilegales.
Las pruebas de laboratorio confirmaron lo que se sospechaba: los paquetes contenían clorhidrato de cocaína, una droga con una peligrosidad conocida.
La cocaína es una droga mortal y peligrosa, y su tráfico está ligado a un aumento de la violencia y otras actividades delictivas, declaró Kayla Gonzales, directora interina del puerto de la CBP.
Este caso es parte de una tendencia preocupante. La CBP y otras agencias de seguridad están reportando un aumento en las incautaciones de cocaína, especialmente en combinación con fentanilo. Durante el año fiscal 2024, la CBP incautó más de 60 kilogramos de esta droga ilegal en varios puertos de entrada.
La persona involucrada en el caso de la silla de ruedas fue remitida a Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para una investigación más profunda. La CBP está intensificando sus esfuerzos para combatir el tráfico de drogas. Este caso demuestra que los contrabandistas no se detienen ante nada para introducir sustancias ilegales en el país.