Kim Yo Jong, una figura de peso en la política exterior de Corea del Norte, ha acusado a Corea del Sur de evadir su responsabilidad en el supuesto vuelo de drones surcoreanos sobre la capital norcoreana, Pyongyang. La acusación, lanzada a través de los medios estatales, califica la actitud de Seúl como una "colusión" y una "actitud deliberada" de no abordar el incidente.
Las declaraciones de Kim Yo Jong llegan después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte acusara a drones surcoreanos de llevar propaganda anti-norcoreana sobre Pyongyang en la noche del 3 de octubre y en los días posteriores. Corea del Norte ha amenazado con "todos los medios de ataque" para destruir la frontera sur y al ejército surcoreano, incluyendo una respuesta sin advertencia si se detectan drones surcoreanos en su territorio nuevamente.
La respuesta de Corea del Sur ha sido inicialmente evasiva, con el Ministro de Defensa negando las acusaciones en un principio. Posteriormente, el ejército surcoreano ha admitido la imposibilidad de confirmar la veracidad de las afirmaciones norcoreanas.
Kim Yo Jong, sin embargo, ha calificado la respuesta surcoreana como una prueba de su responsabilidad en el incidente, asegurando que la "vaga" declaración del ejército surcoreano solo confirma su participación.
Las tensiones entre las dos Coreas se han intensificado en los últimos años, con un aumento significativo en los ensayos de misiles por parte de Corea del Norte y en las maniobras militares combinadas entre Corea del Sur y Estados Unidos.
La situación se ha visto agravada por campañas de guerra psicológica de estilo Guerra Fría entre las dos naciones. Desde mayo, Corea del Norte ha enviado miles de globos con basura, plástico y otros desechos hacia Corea del Sur, en respuesta a las acciones de activistas civiles surcoreanos que lanzaron globos con propaganda anti-norcoreana hacia el norte.
Corea del Norte es extremadamente sensible a cualquier crítica externa al gobierno autoritario del líder Kim Jong Un y al gobierno dinástico de su familia. Funcionarios surcoreanos han expresado su preocupación de que Corea del Norte esté buscando aumentar la presión sobre Seúl y Washington antes de las elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre.
Expertos creen que el objetivo a largo plazo de Kim Jong Un es obligar a Washington a aceptar a Corea del Norte como una potencia nuclear y negociar concesiones económicas y de seguridad desde una posición de fuerza.