Sin embargo, la espera terminó. Esta semana, un frente frío procedente de Canadá se adueñará del país, llevando consigo una ola de aire gélido que hará sentir a millones de personas el verdadero sabor del otoño. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido una alerta para el centro y este de Estados Unidos, anunciando un notable descenso de las temperaturas que marcará el inicio oficial de la temporada fría. Las áreas que han disfrutado de un calor persistente experimentarán un cambio radical, con temperaturas más propias de noviembre que de octubre.
El NWS indica que las temperaturas descenderán entre 5 y 8 °C por debajo del promedio a mitad de semana. El miércoles será el día más frío, con millones de personas en el noreste sintiendo temperaturas típicas de noviembre. Ciudades como Chicago, Washington y Atlanta experimentarán un brusco descenso de la temperatura. Chicago, por ejemplo, podría no superar los 10 °C el martes, una cifra que no se veía desde abril. Washington, por su parte, alcanzará solo los 13 °C el miércoles, una temperatura significativamente más baja para la época.
El NWS ha emitido también alertas de heladas y temperaturas cercanas a cero en varias regiones, incluyendo Pensilvania y Carolina del Norte. Las temperaturas nocturnas bajo cero podrían amenazar las plantas y productos agrícolas. Las zonas afectadas incluyen Carolina del Norte, que aún se recupera del impacto del huracán Helene, la cual también experimentará temperaturas extremas desde el martes hasta el jueves.
Se espera que el aire frío comience a retroceder hacia finales de semana, con temperaturas más típicas de octubre regresando al sureste para el sábado. El centro y noreste del país experimentarán temperaturas entre los 15 y 21 °C. La llegada del aire frío ha despertado la pregunta: ¿Llegará la nieve a Nueva York? En el norte del estado de Nueva York, ya se han reportado algunos copos de nieve en el lago Saranac.
El 23 de octubre de 2024 marca el inicio de la temporada invernal según el Old Farmer's Almanac, una fuente confiable de predicciones a largo plazo. El tradicional almanaque predice un invierno más severo de lo habitual para la región, con fuertes nevadas y bajas temperaturas.