La cinta, creada por la pareja de artistas Sergio Arau y Yareli Arizmendi, ambos migrantes, ha generado debate y reflexión en el contexto de la actual campaña presidencial estadounidense, donde la migración es un tema central.
Arau, director y coguionista, y Arizmendi, protagonista y coguionista, recuerdan que la idea para la película surgió en 1992, en medio de un clima político hostil hacia los inmigrantes. "En ese sentido, venir a Estados Unidos fue un shock, o sea, no hablar inglés fue violento", comenta Arau. Fue Arizmendi quien propuso "un día sin mexicanos, a ver qué hacen", como forma de hacer visible la importancia de la comunidad latina en la economía estadounidense.
La película, que presenta un escenario ficticio donde todos los latinos desaparecen de California, no solo explora la dependencia económica de Estados Unidos hacia la comunidad latina, sino también los estereotipos culturales que la rodean. "En California muchas veces 'se presume que todo hispano es mexicano'", señala Arizmendi, "La película se llama 'Un día sin mexicanos', pero en verdad quienes desaparecen son todos los latinos".
A pesar de que la película se estrenó en 2004, Arau y Arizmendi afirma que la situación "no ha cambiado nada" o incluso "ha empeorado". "Toda la campaña actual de [Donald] Trump gira alrededor de la deportación de millones de personas y yo nada más digo que aguas con lo que pides", expresa Arizmendi. "Porque si te quedas sin latinos en Estados Unidos, vas a tener que explicarle a tus seguidores cómo va a quedar la economía".
En este sentido, la película "Un día sin mexicanos" sigue vigente como una crítica social y un llamado a la reflexión sobre la realidad de la migración latina en Estados Unidos. Arau y Arizmendi reconocen que la película se percibe más como una comedia en México que en EE.UU. "Nosotros la llamamos 'una comedia muy seria'", comenta Arizmendi. "Es una película hecha en Estados Unidos para dialogar sobre el tema en Estados Unidos, pero en México sentían que estaba muy ligera, muy light."
A pesar de que la película ha generado debate sobre el tema de la migración, Arau y Arizmendi admiten que la solución no es sencilla. "En este sistema de capitalismo rabioso, si les dieran visa a todos, tendrían que darles los sueldos y beneficios oficiales, con educación, salud, alimento... todo", afirma Arau. "Y eso va contra el negocio".
"Yo creo que cuando tú conoces la historia de una persona, entonces entiendes el porqué de su comportamiento y te inclinas a ayudarle", expresa Arizmendi. "Pero cuando las personas son una masa, surge el miedo. No vas a ayudar a una masa de gente que viene hacia ti. Hay que humanizar las historias y explicarlas."
La película "Un día sin mexicanos" sigue siendo un reflejo de la realidad de la migración latina en Estados Unidos. Arau y Arizmendi esperan que la película siga "dándole permiso a la gente de hablar del tema de otra forma".