Desde temprana edad, Marielle demostró un compromiso inquebrantable con la defensa de los derechos humanos. A los 19 años, la maternidad la impulsó a estudiar Ciencias Sociales y Administración Pública, buscando herramientas para transformar la realidad de su comunidad. Su pasión por la lucha por la igualdad la llevó a adentrarse en el mundo de la política, donde se convirtió en una voz poderosa para los más vulnerables.
En 2016, fue elegida concejal de Río de Janeiro con el Partido Socialismo y Libertad. Su victoria resonó como un grito de esperanza para las mujeres negras, los pobres y los marginados. Su mandato se caracterizó por su lucha contra la violencia de género, el racismo y la desigualdad.
Marielle Franco, una mujer negra, lesbiana y activista política, se atrevió a desafiar el sistema y a denunciar las injusticias que aquejan a la sociedad brasileña. "Nunca olvidó que era una mujer negra de las favelas. Nunca se comprometió ni aceptó alianzas políticas con aquellos que no respetaban sus valores y los del pueblo al que quería representar".
Su lucha por la justicia y la igualdad la convirtió en un símbolo de esperanza para muchos. Su legado continúa inspirando a las nuevas generaciones a luchar por un mundo más justo y equitativo.