El fuego es un elemento impredecible que exige respeto y cuidado. En el ámbito de la seguridad pública, la formación constante es fundamental para prepararse ante cualquier eventualidad, sin embargo, un ejercicio de entrenamiento en Miami-Dade se convirtió en una tragedia que ha dejado un saldo irreparable.
El 21 de junio, Fabian Camero, un joven de 28 años e hijo de un bombero de Miami-Dade, falleció en un ejercicio de entrenamiento de rescate de incendios. El incidente, que ocurrió en un edificio de tres pisos en Virginia Gardens, desató una investigación exhaustiva por parte de varios departamentos, una investigación que permanece abierta.
Renuncias y preguntas sin respuesta
La muerte de Camero, que no era empleado del Cuerpo de Bomberos de Miami-Dade, ha generado una ola de cuestionamientos. ¿Por qué estaba presente en el ejercicio de entrenamiento? ¿Cumplía con las medidas de seguridad necesarias? ¿El ejercicio de entrenamiento contaba con las autorizaciones correspondientes?
El jefe de seguridad pública del condado de Miami-Dade, James Reyes, confirmó a NBC6 que tres personas renunciaron a sus puestos luego del incidente. Aunque no reveló los nombres de las personas que renunciaron, sus dimisiones entraron en vigor el 30 de octubre.
Un ejercicio no autorizado
El propietario del edificio donde se llevó a cabo el ejercicio informó que el Cuerpo de Bomberos de Miami-Dade contaba con permiso para realizar un ejercicio de entrenamiento "no destructivo". Sin embargo, el ejercicio, que terminó en tragedia, no estaba autorizado y está bajo revisión por parte de las autoridades.
Las preguntas sobre el ejercicio de entrenamiento, las medidas de seguridad implementadas y la participación de Camero siguen sin respuestas. La investigación continúa en curso, y el dolor por la pérdida de este joven llena de incertidumbre a la familia y comunidad.