Imagina un viernes por la noche en Chicago, con la ciudad latiendo a su ritmo habitual. De pronto, la tranquilidad se rompe en cuatro negocios, uno tras otro, en un lapso de tan solo 37 minutos. Un hombre, cuya cara aún es un misterio, se convierte en el protagonista de una noche de terror.
Su modus operandi era simple, pero efectivo: entraba al negocio, anunciaba un robo con voz firme y mostraba o insinuaba que tenía un arma. En dos de los establecimientos, se hizo con el efectivo de las cajas registradoras, mientras que en otros tres, le entregó una nota escrita a mano a los empleados, sin perder la compostura.
La policía ha dado a conocer que los incidentes ocurrieron en las calles 1100 de W. Taylor St., 600 de W. Roosevelt Rd., 1400 de W. Taylor St. y 500 de W. Roosevelt Rd., dejando un clima de inseguridad en los vecindarios de South Loop y Little Italy. Se cree que el hombre, descrito como afroamericano de entre 18 y 30 años, actuó solo, aprovechando la noche para sembrar el miedo y el caos.
La investigación se encuentra en curso, y las autoridades se encuentran analizando las pruebas recolectadas en los diferentes puntos de la ciudad donde se cometieron los robos. Mientras tanto, los habitantes de Chicago se preguntan: ¿quién es el hombre que irrumpió en sus negocios y se llevó su tranquilidad en tan solo 37 minutos? La policía dijo que el sospechoso vestía una sudadera con capucha azul oscuro, pantalones negros, zapatillas deportivas blancas y negras y un pasamontañas negro.