La noche del jueves, un vuelo de American Airlines que despegó de Buenos Aires con destino a Nueva York, se convirtió en escenario de un evento inusual. A poco más de una hora de viaje, mientras sobrevolaban Córdoba, un ruido proveniente de la bodega del avión encendió las alarmas de la tripulación, obligándolos a un retorno inmediato
Se relató que el avión despegó a las 21:15 sin contratiempos. Sin embargo, alrededor de una hora y media después, el capitán informó por el sistema de sonido que debían regresar a Ezeiza debido a ruidos "consistentes con la presencia de una persona en la bodega".
Esta noticia generó una mezcla de sorpresa y desconcierto entre los pasajeros. Algunos, con sus teléfonos en mano, grabaron el momento en el que la tripulación anunciaba la maniobra de regreso. Al aterrizar en Buenos Aires, el avión fue recibido por un despliegue de seguridad sin precedentes: la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), el Grupo Especial de Asalto Táctico (GEAT) y el Grupo de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) se hicieron presentes.
Tras casi dos horas de exhaustiva revisión en cada rincón de la bodega, no se encontró evidencia de ninguna persona ni anomalías. El vuelo fue cancelado para esa noche y reprogramado para el viernes a las 19:00 horas.
American Airlines emitió un comunicado asegurando que la seguridad de todos sus vuelos es su máxima prioridad y que el procedimiento seguido durante el incidente cumplió con los protocolos internacionales. El caso, sin embargo, dejó a muchos pasajeros reflexionando sobre los protocolos de seguridad en la aviación y la seriedad con la que se atienden las posibles emergencias en pleno vuelo.