La seguridad en las residencias de personajes influyentes siempre ha sido un tema delicado. Más aún cuando se trata de un ex presidente como Donald Trump.
Tras su victoria en las pasadas elecciones presidenciales, la mansión de Trump en Florida, Mar-a-Lago, se ha convertido en un hervidero de medidas de seguridad, dando un giro hacia lo futurista.
Aunque la noticia de su victoria resonó en el mundo el 06 de noviembre, el foco se ha centrado en la presencia de un "guardián" particular: un perro robot. Imágenes en redes sociales muestran al canino metálico patrullando el perímetro de la mansión, tal como lo haría un soldado. No queda claro si se trata de un solo ejemplar o de una manada de perros robot, pero su presencia ha generado revuelo en las redes sociales.
La noticia ha generado un sinfín de especulaciones. ¿Es un sistema de vigilancia autónoma? ¿Está controlado por militares? Lo cierto es que la seguridad en Mar-a-Lago se ha intensificado. Además de los perros robot, se ha reportado un aumento en el número de guardias costeros y barcos de guardacostas en el perímetro cercano a la residencia, consolidando así la protección del ex presidente.