Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los brotes de intoxicación alimentaria tienden a aumentar en noviembre y diciembre.
Donald Schaffner, experto en ciencia de los alimentos de la Universidad Rutgers, afirma que "cocinar grandes cantidades de alimentos lleva más tiempo, y enfriarlos también". Junto con Benjamin Chapman, científico de alimentos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Schaffner describe formas comunes de mantener las comidas navideñas festivas y seguras.
Preparar el pavo es un tema crucial. Casi el 90% de los anfitriones de EE. UU. planean servir pavo en el Día de Acción de Gracias este año, según el productor de pavos Butterball. Sin embargo, el pavo crudo puede albergar bacterias que provocan enfermedades, como salmonela, campylobacter y otros gérmenes. Es fundamental manipularlo de forma segura para evitar la contaminación de las superficies del refrigerador, los fregaderos y las encimeras de la cocina.
Un ave congelada debe descongelarse primero. Existen varios métodos aceptados, como el refrigerador, el microondas o el agua corriente fría. "Todos estos métodos entrañan riesgos", advierte Schaffner. Según el Departamento de Agricultura, un pavo congelado necesita aproximadamente 24 horas por cada 4 a 5 libras de peso para descongelarse en un refrigerador.
Para obtener detalles sobre el manejo seguro del pavo, consulte las calculadoras de descongelación y cocción creadas por el USDA. Y no lave el pavo. Es una mala idea enjuagarlo en el fregadero, aunque muchos cocineros todavía insisten en esta práctica, a menudo por costumbre.
¿Qué tal el asado? El pavo debe alcanzar una temperatura de cocción de 165 grados Fahrenheit antes de servirlo. La mejor manera de saber si está cocido es usar un termómetro digital con punta sensible insertado en la sección más interna del muslo, sin tocar el hueso.
Guarniciones y sobras también son importantes. La forma en que se prepara el resto de la comida es tan importante como el plato principal. Es fundamental evitar la denominada zona de peligro, que se encuentra entre los 40 y los 140 grados Fahrenheit, donde las bacterias pueden proliferar con facilidad.
La clave es mantener los alimentos calientes bien calientes y los alimentos fríos fríos, y refrigerar todo rápidamente. Asegúrese de refrigerar alimentos densos como pavo en rodajas, batatas cocidas o salsa en recipientes poco profundos para que se enfríen rápidamente.
Mantenlo limpio es una forma clave de evitar la intoxicación alimentaria. Lávese las manos antes de preparar alimentos y después de tocar aves crudas. Utilice tablas de cortar, cuchillos y otros utensilios diferentes al manipular carne cruda y alimentos frescos, como verduras y ensaladas.
Preste mucha atención a cualquier superficie que pueda estar contaminada. Es importante limpiarla primero con agua y jabón y luego desinfectarla con un desinfectante: un proceso de dos pasos.