En la audiencia, presidida por el juez Michael Jesic en un tribunal del condado de Los Ángeles, dos de las tías de los hermanos, Joan VanderMolen y Terry Baralt, comparecieron en persona para ofrecer emotivos testimonios en apoyo a su liberación. Ambas declararon en favor de los hermanos, haciendo hincapié en los abusos que, según ellas, sufrieron Lyle y Erik a manos de su padre, José Menéndez, y la inacción de su madre, Kitty Menéndez.
La defensa de los hermanos Menéndez busca demostrar que los abusos sufridos por parte de su padre no se consideraron adecuadamente en los juicios originales. Dos nuevas evidencias han reabierto el caso mediante la actual petición de habeas corpus: una carta escrita por Erik Menéndez en 1989, donde describía el abuso por parte de su padre, y el testimonio de un exintegrante del grupo musical Menudo, quien reveló en 2022 haber sido violado por José Menéndez.
Según los abogados defensores, estas pruebas corroboran los relatos de abuso que antes no pudieron ser considerados en el juicio original. "Ningún niño debería soportar lo que Erik y Lyle tuvieron que enfrentar a manos de su padre", declaró Joan VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez.
La audiencia fue aplazada para finales de enero debido a la complejidad de las pruebas presentadas. El juez Michael Jesic decidió aplazar la audiencia de resentencia inicialmente prevista para el 11 de diciembre, programándola para los días 30 y 31 de enero. Mientras tanto, los hermanos Menéndez, que no pudieron estar presentes físicamente en el tribunal, siguieron la audiencia mediante una llamada telefónica tras varios intentos fallidos de conectarlos por videollamada.
El abogado defensor, Mark Geragos, calificó el testimonio de las tías como "una experiencia conmovedora" y expresó confianza en que los hermanos puedan ser liberados. "Esperamos que para finales de enero o antes tengamos buenas noticias", afirmó Geragos.
El caso, que marcó a toda una generación por sus detalles impactantes, sigue atrayendo la atención del público. Decenas de personas acudieron al tribunal desde temprano, esperando conseguir uno de los 16 asientos asignados mediante sorteo para presenciar la audiencia. La próxima decisión judicial será crucial para determinar si Lyle y Erik Menéndez, tras más de tres décadas en prisión, tendrán una oportunidad de recuperar su libertad.